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Channel: Salud, dinero y atención primaria
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Píldora veraniega 2: Atención primaria tiene que desaparecer

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Por lo visto, para algunos no es bastante con que el gasto en atención especializada (incluido su gasto de personal) haya crecido más que el de atención primaria (incluido su gasto de personal) en los tiempos de bonanza. Tampoco es suficiente para ellos que, cuando llegaron las vacas flacas el presupuesto de atención primaria (incluido su gasto de personal) se redujera mucho más que el gasto en atención especializada (incluido su gasto de personal). Para los insaciables bastante nunca es bastante y cuando hablan de integración hablan de que la atención primaria debe desaparecer… ¡Tendrá cojones la cosa! ¿Y por qué, cuando hablan de integración no hablan de que atención especializada tiene que desparecer?
 
Disfruten con las ideas de desaparición de la atención primaria del nuevo Director General de Coordinación de la Asistencia Sanitaria del Servicio Madrileño de Salud. ¡Qué cuajo!
 
 


Píldora veraniega 3: Copago a pensionistas y desgravación por la compra de seguros de salud

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El coste fiscal (pérdida de recaudación) de la desgravación por la compra de seguros privados de salud podría ser similar o, incluso, superar la recaudación procedente de los pensionistas mediante el nuevo modelo de copago. El Gobierno central y los Autonómicos que practican esta desgravación (Aragón, Baleares y Cantabria) deberían explicar a la ciudadanía y especialmente a los pensionistas, la utilidad social de seguir incentivando la compra de seguros privados de salud.



Efectos recaudatorios derivados del nuevo modelo de copago en los pensionistas
El año 2013 es el primero en el que ha regido en toda su extensión el nuevo modelo de copago en la prestación en farmacia de receta del SNS (excepto el primer semestre en el País Vasco). A partir de datos oficiales de población protegida (1) y de facturación de la receta del SNS que anualmente publica el Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos (CGCOF) (2) se puede obtener o calcular información relevante sobre los efectos recaudatorios derivados del nuevo modelo de copago en los pensionistas del SNS.Los pensionistas contribuyeron a la factura a PVP en farmacia de receta del SNS en 2013 con 503,8 millones de euros (52,9 € por pensionista).
La doble cobertura
Casi 10,7 millones de españoles contaban en marzo de 2015 con un seguro de salud (3). De ellos, algo más de 8,5 millones disfrutaban de un seguro de asistencia sanitaria. Casi dos de esos 8,5 millones corresponden a mutualistas de la administración pública mientras que la inmensa mayor parte de los 6,6 millones restantes constituyen el grupo de la “doble cobertura”, formado por personas con derecho a la asistencia sanitaria del SNS que prefieren, porque pueden, disfrutar simultáneamente de las ventajas asistenciales y, en muchos casos, fiscales del aseguramiento privado. Un aseguramiento privado que mayoritariamente ofrece atención sanitaria por médicos especialistas y no por médicos de familia, generales o de cabecera. De hecho, sólo el 13% de los médicos que actúan como proveedores para las compañías de seguros privados de asistencia sanitaria son médicos generales o de familia (4). Por otra parte, el 30% de las consultas al médico especialista en España se realiza sin financiación pública (5). No se incluye aquí, naturalmente, las consultas al médico especialista privado financiadas públicamente realizadas por la gran mayoría de casi dos millones de mutualistas de la administración pública. La población con doble cobertura se caracteriza por ser más joven, tener mejor estado de salud, menos enfermedades crónicas y discapacidades, mayor nivel educativo y de renta y efectuar más visitas al médico especialista (6-8). Datos más recientes como los de la Encuesta de Salud de Cataluña de 2014 (9), una de las CCAA con mayor prevalencia de doble cobertura (24,8% de la población general), muestran que entre la población con doble cobertura predominan las personas de clase alta (45,6%) y con estudios universitarios (44,2%).
Desgravaciones fiscales a gastos y seguros médicos privados (el “otro” gasto sanitario público)
La desgravación fiscal del seguro voluntario de salud resulta difícil de sostener en la medida que existe un seguro obligatorio financiado públicamente y que la disminución del coste público que supone tener un seguro duplicado no es contrastable (10): la pérdida de ingresos fiscales derivada de la desgravación es mayor que el aumento de gasto sanitario público que produciría su ausencia (11). Durante las últimas décadas y por los sucesivos gobiernos se ha incentivado fiscalmente el aseguramiento privado sin explicar demasiado a la ciudadanía la utilidad social de tal medida. Desgravó el gasto en asistencia sanitaria privada y en seguros privados de salud adquiridos individualmente hasta 1998. A partir de 1999 se ofrecen beneficios fiscales a las empresas que los adquieren para sus empleados y familias (seguros colectivos). A partir de 2003 desgravan los adquiridos por algunos trabajadores autónomos para sí y sus familias. Además, algunas CCAA desgravan también los seguros de salud individuales. Por lo tanto, en cierto modo, podemos considerar también financiación pública de la sanidad, en este caso privada, el coste fiscal que supone la pérdida de recaudación debida a los beneficios fiscales asociados a la compra de seguros privados de salud. El coste fiscal por este motivo se cifró para el año 1998 en poco más de 650 millones de euros (12, 13), una cantidad equivalente al gasto en atención primaria en 1998 en una comunidad como Andalucía. Para el año 2001 el coste fiscal se estimó en 214 millones de euros con poco más de 1,24 millones de asegurados ese año por seguros colectivos a través de empresas (12). Actualmente el coste fiscal es sin duda mucho mayor pues hay que añadir el de los seguros adquiridos por autónomos, el debido al incremento del número de asegurados por los seguros colectivos de salud a través de empresas que alcanza los 2,81 millones de asegurados en 2013 (14) y las desgravaciones a la compra de seguros individuales efectuadas por algunas CCAA.
Conclusión:
El Gobierno de Rajoy debería explicar a la ciudadanía, y sobre todo a estos pensionistas, la utilidad social de seguir incentivando fiscalmente la compra de seguros privados de salud pues la cuantía actual de la pérdida de ingresos fiscales por dicha desgravación podría ser similar o incluso superar los 503,8 millones de euros recaudados a estos pensionistas a través del nuevo modelo de copago. También lo deberían hacer aquellos Gobiernos Autonómicos (Aragón, Baleares y Cantabria) que también los incentivan fiscalmente. Me encantaría ver cómo explican que recaudemos millones de euros a los pensionistas a través del copago para incentivar seguros médicos privados a personas más sanas, más jóvenes y de clase alta (prácticamente la mitad de los que compran estos seguros en Cataluña) y, claramente, mucho menos necesitadas que los pensionistas de estas desgravaciones. Es decir, que quizá suprimiendo estas desgravaciones hubieramos obtenido igual ingreso fiscal o más que lo que se ha recaudado de los pensionistas con el nuevo copago. En todo caso, no es presentable seguir con dichas desgravaciones.
Referencias:


Bajas laborales y crisis: accidentes laborales y enfermedades profesionales

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En anteriores entradas vimos la relación entre las bajas laborales por contingencias comunes y la tasa de paro. Vimos su relación evolutiva a lo largo de los años de crisis en el ámbito nacional y vimos su relación en un año puntual entre CCAA. Lo vimos en trabajadores por cuenta ajena y también en autónomos. En esta ocasión veremos si el patrón que parecían compartir trabajadores por cuenta ajena y autónomos en el caso de las bajas por contingencias comunes se repite en el caso de las bajas por accidente laboral y enfermedad profesional.


Procedencia de los datos
La procedencia de los datos es la misma que se utilizó en el caso de los trabajadores por cuenta ajena y autónomos. Las estadísticas del INE sobre la tasa de paro, en concreto a las Tasas de paro por nacionalidad, sexo y comunidad autónoma. Los datos de IT por accidente contingencias profesionales (accidentes de trabajo y enfermedades profesionales) proceden de las estadísticas de la Seguridad Social (Inicio» Estadísticas, Presupuestos y Estudios» Estadísticas » OtrasPrestaciones de la Seguridad Social » IncapacidadTemporal). Para la correlación entre la tasa de paro e incapacidad temporal entre las Comunidades Autónomas he elegido el 2012, igual que lo hice en las contingencias comunes de trabajadores por cuenta ajena y autónomos. En este caso, además, fue el año en el que tocó fondo este tipo de contingencias profesionales en el conjunto del país. Se analiza, pues, los datos de IT por contingencias profesionales (accidentes de trabajo y enfermedades profesionales) desde 2007 hasta 2014. Los datos se refieren al año (acumulado hasta diciembre) excepto para 2014 que el acumulado es hasta noviembre. La tasa de paro de 2012 es el promedio de la tasa de paro de sus cuatro trimestres (el INE ofrece la tasa de paro cada trimestre).



Evolución de IT. Contingencias profesionales. España.





Evolución de la tasa de paro nacional. Periodo 2007-2014.
Fuente: Encuesta de población activa, INE.






Correlación entre tasa de paro y duración, prevalencia e incidencia de IT. Contingencias profesionales.CCAA, año 2012




Comentario
Los datos muestran que a medida que transcurre la crisis y se incrementa la tasa de paro en el país, se reduce el número de procesos de IT por contingencias profesionales en términos absolutos y también se reduce en términos relativos (incidencia y prevalencia). Esto también ocurría en el caso de las contingencias comunes, especialmente entre los trabajadores por cuenta ajena pues la incidencia de IT por contingencias comunes en autónomos vimos como se mantenía prácticamente constante a lo largo del periodo estudiado. 

Cuando estudiamos la correlación entre la tasa de paro y los procesos de IT por contingencias profesionales entre las Comunidades Autónomas (CCAA) en 2012, vemos que existe poca relación. Es aquí donde encontramos la principal diferencia con la IT por contingencias comunes. Los coefecientes de correlación son muy débiles, especialmente cuando hablamos de la prevalencia. La duración, lejos de aumentar como ocurría con las contingencias comunes, parece que se reduce, aunque con un coeficiente (r = -0.12) muy débil. Lo mismo pasa con la incidencia. En el caso de la IT por contingencias comunes, la incidencia se era menor en las CCAA con mayor tasa de paro (tanto en trabajadores por cuenta ajena como en autónomos). Sin embargo, la incidencia de IT por contingencias profesionales muestra una ligera tendencia al incremento en las CCAA con mayor tasa de paro, aunque con un coeficiente (r = 0,18) también muy débil. Por CCAA, la prevalencia de IT por contingencia profesional no muestra ninguna correlación (r = 0,03) con la tasa de paro (igual que ocurría con la IT por contingencias comunes en autónomos). Por lo tanto, el patrón que encontrábamos en la IT por contingencias comunes en los trabajadores por cuenta ajena y en autónomos en relación con la tasa de paro no se reproduce en el caso de la IT por contingencias profesionales. Es más, no parece haber ninguna relación o la que hay es tan débil que parece despreciable.








Píldora veraniega 4: Duración de la asistencia sanitaria

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Una de las consecuencias de la reforma introducida por el RD-Ley 16/2012 fue la derogación expresa de alguna normativa anterior. Las derogaciones venían publicadas en el RD 1192/2012,de 3 de agosto, por el que se regula la condición de asegurado y de beneficiario a efectos de la asistencia sanitaria en España, con cargo a fondos públicos, a través del Sistema Nacional de Salud.

Dos de las más llamativas derogaciones fueron la delRD 1088/1989, de 8 de septiembre, por el que se extiende la cobertura de la asistencia sanitaria de la Seguridad Social a las personas sin recursos económicos suficientes, y la delDecreto 2766/1967, de 16 de noviembre, por el que se dictan normas sobre prestaciones de asistencia sanitaria y ordenación de los servicios médicos en el Régimen General de la Seguridad Social.

 
 
Pero hubo una diferencia entre una derogación y otra. Mientras que la derogación del RD 1088/1989 fue completa, la del Decreto 2766/1967 fue casi completa: se derogó todo el RD salvo el apartado dos de su artículo sexto, que mantiene plenamente su vigencia.

Este Decreto 2766/1967, muy modificado en relación con su articulado inicial, era la norma básica por la que el INSS reconocía el derecho a recibir asistencia sanitaria hasta que el RD 1192/2012 lo derogó en su casi totalidad.

Lo primero que uno piensa es que si sólo se salva de la quema una pequeña parte (un apartado de un artículo) es que dicha pequeña parte debe de ser algo muy importante. Y en un Decreto que regula derechos, quizá se trate de una parte de la norma que garantice algún derecho importante. Pues, mira tú por dónde, no es así. El artículo 6º en cuestión trata sobre “Duración de la asistencia sanitaria” y su apartado 2 reza lo siguiente:

 

 
Artículo 6º.2 del Decreto 2766/1967 de 16 de noviembre por el que se dictan normas sobre prestaciones de asistencia sanitaria y ordenación de los servicios médicos en el Régimen General de la Seguridad Social. [Única parte vigente de este decreto]
 
Artículo sexto. Duración de la asistencia sanitaria.

Dos. De acuerdo con lo previsto en el número dos del articulo noventa y tres de la Ley de la Seguridad Social, de veintiuno de abril de mil novecientos sesenta y seis, se considerarán situaciones asimiladas a la de alta, a efectos de la conservación del derecho a la asistencia sanitaria y siempre que no exista éste por otro concepto, las que a continuación se indican, en los términos y condiciones que se señalan para cada una de ellas:

Primera.-La de los trabajadores que causen baja en este Régimen General, habiendo permanecido en alta en el mismo un mínimo de noventa días, durante los trescientos sesenta y cinco días naturales inmediatamente anteriores al de la baja. En esta situación, tanto el trabajador como los demás beneficiarios a su cargo, conservarán el derecho a que se les inicie la prestación de la asistencia sanitaria durante un período de noventa días naturales, contados desde el día en que se haya producido la baja inclusive. La duración de la prestación de asistencia sanitaria, así iniciada, no podrá excederse de treinta y nueve semanas, si se trata del trabajador, o de veintiséis semanas, si se trata de los beneficiarios a su cargo. En el supuesto de que la prestación de la asistencia sanitaria se hubiera iniciado antes de producirse la baja en este Régimen, los límites temporales de dicha prestación serán cincuenta y dos semanas en cuanto al trabajador y treinta y nueve semanas en cuanto a los beneficiarios a su cargo.

Segunda.-La de los trabajadores que causen baja en este Régimen General, sin tener cumplido el periodo de permanencia en alta exigido para la situación anterior. En esta situación, tanto el trabajador como los beneficiarios a su cargo, únicamente conservarán el derecho a continuar disfrutando la asistencia sanitaria, cuya prestación estuvieran recibiendo en la fecha de producirse la baja, durante unos periodos máximos de treinta y nueve o de veintiséis semanas, según se trate, respectivamente, del trabajador o de los demás beneficiarios.

Tercera.-La de los trabajadores por cuenta ajena que hayan causado baja en el Régimen de la Seguridad Social correspondiente para realizar una actividad laboral por cuenta ajena en el exterior, desde la fecha de la baja hasta el momento en que se produzca su salida de España.

Tercera bis.-La de los trabajadores por cuenta ajena españoles de origen residentes en el exterior que se desplacen temporalmente a España cuando, de acuerdo con las disposiciones de la legislación de Seguridad Social española, las del Estado de procedencia o de las normas o Convenios Internacionales de Seguridad Social establecidos al efecto, no tuvieran prevista esta cobertura.

Cuarta.- (Suprimida)

Quinta.-La de los trabajadores que causen baja en el Régimen General, por incorporarse a filas para el cumplimiento del Servicio Militar con carácter obligatorio o voluntariamente para adelantarlo por el tiempo mínimo. En esta situación, los beneficiarlos a cargo de dichos trabajadores, conservarán el derecho a la asistencia sanitaria durante el tiempo de permanencia en filas de éstos y de los dos meses legalmente previsto para su incorporación a la Empresa; durante estos dos últimos meses gozará de igual derecho el propio trabajador.
 

 
El lector juzgará si sobre estos cimientos legislativos se puede construir un SNS universal que ofrezca un grado aceptable de estabilidad en el aseguramiento, especialmente cuando se compara con la estabilidad en el aseguramiento que ofrece, por ejemplo,  el subsistema de las mutualidades de funcionarios.
 
 
 
¿ Por qué motivo el PP no derogó esta parte del Decreto y lo dejó vigente ?

 

 

Bajas laborales y crisis: accidentes laborales y enfermedades profesionales

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En anteriores entradas vimos la relación entre las bajas laborales por contingencias comunes y la tasa de paro. Vimos su relación evolutiva a lo largo de los años de crisis en el ámbito nacional y vimos su relación en un año puntual entre CCAA. Lo vimos en trabajadores por cuenta ajena y también en autónomos. En esta ocasión veremos si el patrón que parecían compartir trabajadores por cuenta ajena y autónomos en el caso de las bajas por contingencias comunes se repite en el caso de las bajas por accidente laboral y enfermedad profesional.


Procedencia de los datos
La procedencia de los datos es la misma que se utilizó en el caso de los trabajadores por cuenta ajena y autónomos. Las estadísticas del INE sobre la tasa de paro, en concreto a las Tasas de paro por nacionalidad, sexo y comunidad autónoma. Los datos de IT por accidente contingencias profesionales (accidentes de trabajo y enfermedades profesionales) proceden de las estadísticas de la Seguridad Social (Inicio» Estadísticas, Presupuestos y Estudios» Estadísticas » OtrasPrestaciones de la Seguridad Social » IncapacidadTemporal). Para la correlación entre la tasa de paro e incapacidad temporal entre las Comunidades Autónomas he elegido el 2012, igual que lo hice en las contingencias comunes de trabajadores por cuenta ajena y autónomos. En este caso, además, fue el año en el que tocó fondo este tipo de contingencias profesionales en el conjunto del país. Se analiza, pues, los datos de IT por contingencias profesionales (accidentes de trabajo y enfermedades profesionales) desde 2007 hasta 2014. Los datos se refieren al año (acumulado hasta diciembre) excepto para 2014 que el acumulado es hasta noviembre. La tasa de paro de 2012 es el promedio de la tasa de paro de sus cuatro trimestres (el INE ofrece la tasa de paro cada trimestre).



Evolución de IT. Contingencias profesionales. España.





Evolución de la tasa de paro nacional. Periodo 2007-2014.
Fuente: Encuesta de población activa, INE.






Correlación entre tasa de paro y duración, prevalencia e incidencia de IT. Contingencias profesionales.CCAA, año 2012




Comentario
Los datos muestran que a medida que transcurre la crisis y se incrementa la tasa de paro en el país, se reduce el número de procesos de IT por contingencias profesionales en términos absolutos y también se reduce en términos relativos (incidencia y prevalencia). Esto también ocurría en el caso de las contingencias comunes, especialmente entre los trabajadores por cuenta ajena pues la incidencia de IT por contingencias comunes en autónomos vimos como se mantenía prácticamente constante a lo largo del periodo estudiado. 

Cuando estudiamos la correlación entre la tasa de paro y los procesos de IT por contingencias profesionales entre las Comunidades Autónomas (CCAA) en 2012, vemos que existe poca relación. Es aquí donde encontramos la principal diferencia con la IT por contingencias comunes. Los coefecientes de correlación son muy débiles, especialmente cuando hablamos de la prevalencia. La duración, lejos de aumentar como ocurría con las contingencias comunes, parece que se reduce, aunque con un coeficiente (r = -0.12) muy débil. Lo mismo pasa con la incidencia. En el caso de la IT por contingencias comunes, la incidencia se era menor en las CCAA con mayor tasa de paro (tanto en trabajadores por cuenta ajena como en autónomos). Sin embargo, la incidencia de IT por contingencias profesionales muestra una ligera tendencia al incremento en las CCAA con mayor tasa de paro, aunque con un coeficiente (r = 0,18) también muy débil. Por CCAA, la prevalencia de IT por contingencia profesional no muestra ninguna correlación (r = 0,03) con la tasa de paro (igual que ocurría con la IT por contingencias comunes en autónomos). Por lo tanto, el patrón que encontrábamos en la IT por contingencias comunes en los trabajadores por cuenta ajena y en autónomos en relación con la tasa de paro no se reproduce en el caso de la IT por contingencias profesionales. Es más, no parece haber ninguna relación o la que hay es tan débil que parece despreciable.








¿Ha supuesto el cambio del modelo de copago un incremento del gasto farmacéutico privado?

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La pregunta que da título a esta entrada parece estúpida pero no lo es tanto. Por un lado, algunas veces las cosas no son tan obvias y, por otro, a veces lo obvio se obvia. Lo obvio es que los pensionistas con receta del SNS, que nunca habían tenido copago farmacéutico, lo tienen desde julio de 2012. Ese ha sido el cambio fundamental pues los cambios sobre el copago de los activos apenas han sido relevantes respecto de su situación previa. Lo esperable es que la parte de la factura del gasto farmacéutico de receta a cargo de los ciudadanos (el porcentaje efectivo de copago) haya aumentado, principalmente por la aportación agregada de todos los pensionistas que antes no existía. Pero eso es una cosa, y otra es que el gasto privado por persona en medicamentos necesariamente haya subido... Los números que tenemos a nuestra disposición ya cantan acerca de todo ello.




Procedencia de los datos
Los datos de gasto privado en medicamentos proceden de la Encuesta de presupuestos familiares (EPF). Base 2006 (disponible aquí). Clicamos en "Resultados", luego en "Resultados nacionales", luego en "Gasto total y gasto medios de los hogares" y luego en "Gasto total, gastos medios y distibución porcentual según diferentes niveles de desagregación funcional". Dentro de este último apartado tenemos los datos que nos interesan pues desagregan hasta 5 dígitos. Por un lado, el punto 1.1.5 [Gasto total, gastos medios y distribución porcentual del gasto total por códigos de gasto (5 dígitos)] que nos ofrecerá los datos en euros corrientes (sin ajustar por inflación). Por otro lado, el punto 1.1.10 [Gasto total, gastos medios y distribución porcentual del gasto total por códigos de gasto (5 dígitos) (precios constantes de 2006)] que nos dará los datos en euros constantes de 2006 (es decir, ajustados por inflación). Los datos de gasto en salud corresponden al grupo 06 (salud) de la EPF y dentro de este grupo, el gasto en medicamentos se corresponde con el subgrupo 06111 (Productos farmacéuticos). La variable de gasto seleccionada en ambos casos es el gasto medio por persona.

Los datos sobre importe de la factura de farmacia de receta del SNS y contribución absoluta y relativa (porcentaje efectivo de copago) del usuario a la factura de farmacia de receta a PVP proceden de los informes anuales que el Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos (CGCOF) publica acerca del gasto en farmacia de receta en el SNS en su revista Panorama Actual del Medicamento. Como ejemplo, se puede consultar aquí el informe del último año disponible (2013). 

El año 2013 es el primero en el que ha regido a lo largo de todo el año el nuevo modelo de copago farmacéutico en la prestación en farmacia de receta del SNS (excepto el primer semestre en el País Vasco). Con los datos que ofrece el informe de 2013 del CGCOF y los datos de población de activos y pensionistas en el SNS del Boletín Informativo de la Seguridad Social (pág. 299) para el año 2012 (no hay datos para 2013) podemos calcular el copago por persona, por activo y por pensionista efectuados durante 2013. 



Resultados
Gasto privado por persona en medicamentos. Periodo 2006-2013
La siguiente figura muestra la evolución desde 2006 hasta 2013 del gasto privado per cápita en medicamentos.







Importe de la factura de farmacia de receta, contribución del usuario y porcentaje efectivo de copago. Periodo 2006-2013
La siguiente figura muestra el importe total a PVP de la factura en farmacia de receta del SNS desde 2006 hasta 2013.


La siguiente figura muestra el montante total de la contribución del usuario al importe a PVP de la factura en farmacia de receta del SNS desde 2006 hasta 2013.


La siguiente figura muestra el porcentaje efectivo de copago respecto del total del importe a PVP de la factura en farmacia de receta del SNS desde 2006 hasta 2013.


Copago por persona protegida, por activo y por pensionista durante 2013
En 2013 los usuarios contribuyeron a la factura a PVP en farmacia de receta del SNS con 1.182,381 millones de euros. De cada uno de los dos grandes colectivos en los que se agrupan los beneficiarios del SNS, los trabajadores activos (35.615.940) aportaron 678,6 millones de euros, el 22,2% de la facturación a PVP de este grupo (3.055 millones de euros). Los pensionistas (9.522.910) aportaron 503,8 millones de euros, el 5,9% de su facturación a PVP (8.491 millones de euros). Con estos datos se puede calcular la información contenida en la siguiente figura que muestra el copago por persona protegida por el SNS, por activo y por pensionista en el año 2013.









Comentarios
En términos reales o constantes, el gasto crece año tras año durante todo el periodo estudiado y no parece que crezca más que la tendencia previa ni en 2012 ni en 2013. Cuando no se  ajusta por inflación, el gasto corriente crece los años previos a la crisis (2006-2008), a partir de 2008 decrece algo o se mantiene, vuelve a crecer en 2012 superando el nivel de 2008 y, sobre todo, crece mucho en 2013 alcanzando el pico máximo del periodo.

Tenemos, pues, dos versiones parecidas pero no exactamente iguales de la evolución del gasto privado per cápita en medicamentos. Quien quiera arrimar el ascua a la sardina de que el cambio del modelo de copago ha motivado un incremento del gasto privado en medicamentos tenderá a fijarse en la versión que ofrece la evolución del gasto en euros corrientes (sin ajustar por inflación o deflactar). Pero, en teoría, lo correcto es fijarse en la evolución del gasto en términos reales (en euros constantes de 2006) en donde no se aprecia una crecimiento fuera de lo que la tendencia previa hace prever.

Discutir acerca de si el nuevo copago ha incidido en un incremento fuera de lo esperable del gasto farmacéutico privado no es lo relevante. Lo evidente, y relevante, es el incremento de la contribución del usuario a la factura a PVP en farmacia de receta del SNS. El incremento ha sido importantísimo en términos absolutos y se relaciona claramente con el cambio del modelo de copago iniciado el 1 de julio de 2012. Se detecta un incremento importante en 2012 (6 meses de aplicación del nuevo copago) e importantísimo en 2013 (primer año de efecto completo del nuevo modelo de copago). Expresado como porcentaje efectivo de copago también crece en 2012 y más en 2013 rompiendo la histórica tendencia descendente iniciada hace más de 30 años. En 2013 cada activo ha contribuido en promedio con 19 € y cada pensionista con 53 € (para más información sobre este copago individual y sus circunstancias consultar aquí). 






Copago en farmacia de receta: certezas, riesgos y selección de riesgos

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El modelo de copago en farmacia de receta del SNS cambió el 1 de julio de 2012. Hacía más de tres décadas que no se modificaba. En este artículo se hace un pequeño recuerdo histórico de la evolución del modelo de copago en farmacia de receta del SNS introducido por primera vez en 1967. Se compara las características básicas del mismo con el copago en farmacia de receta del Mutualismo Adminitrativo. Se proporciona información detallada referida al porcentaje de copago efectivo, los efectos recaudatorios, la participación del paciente, entre otros, en ambos modelos. Por último, se señalan las mejoras pendientes no abordadas por la modificación de 2012 como son la concentración del copago en la población de pacientes activos y la selección de riesgos promovida por las diferencias en la aportación de ambos modelos de copago (SNS y Mutualista).
 
 




La Atención Primaria española, entre las primeras de Europa (por Verónica Casado)

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A veces estamos tan cerca de las cosas que perdemos perspectiva. Nos agobian los tiempos, las limitaciones presupuestarias, el dar la mejor respuesta a nuestros pacientes, la falta de reconocimiento de la medicina de familia y de la atención primaria, que perdemos el sentido del propio valor de nuestra función. Sin embargo, cuando salimos fuera de nuestras fronteras hay tres cosas que nos reconocen: la Organización Nacional de Trasplantes, el sistema MIR y la Atención Primaria. Y llega la OMS y publica el trabajo “Building primary care in a changing Europe[1], dirigido por Dionne Kringos que lleva varios años estudiando la Atención Primaria europea. Este trabajo es producto  del estudio PHAMEU (Primary Health Care Activity Monitor for Europe). En él se hanempleando 115 indicadores de estructura, proceso y resultados de los sistemas sanitarios y de la atención primaria de 31 países europeos. A partir de ellos se han construido siete dimensiones relacionadas con la Atención Primaria: 1. Relativas a estructura: gobernanza, condiciones económicas y desarrollo de los recursos humanos; 2. Relativas a proceso: accesibilidad, continuidad, coordinación y resolutividad; y 3. Relativas a resultados: calidad, eficiencia y equidad.




Encuentran que en Europa los sistemas Bismarkianos (Bélgica, Francia, Alemania) tienen una atención primaria más débil; que los antiguos países de la Unión Soviética han dado un impulso importante en los últimos años a la atención primaria; que los países con políticas socialdemócratas son más propensos a tener modelos de atención primaria más potentes; que los países más ricos tienen más probabilidades de tener modelos de atención primaria más débiles y que los valores sociales en un país se relacionan con la fortaleza de su atención primaria. 
 
La riqueza de los datos recogidos en el proyecto PHAMEU ha mostrado la complejidad y la variabilidad de la atención primaria en Europa. España está situada la tercera después de Reino Unido y Países Bajos en cuanto a criterios estructurales (gobernanza, condiciones económicas y desarrollo de los recursos humanos). En términos de proceso (accesibilidad, continuidad, coordinación y resolutividad), los países mejor destacados han sido Dinamarca, España y Reino Unido.
 
 
Diversidad en la fortaleza de la atención primaria en Europa
Considerando datos de las siete dimensiones (3 de estructura y 4 de proceso) presentados de forma agregada los autores calculan una puntuación total de la "fortaleza" de la atención primaria de cada país. Los resultados los muestran en la figura 4.2 de la pág. 110 que se reproduce a continuación. Esta figura muestra los países divididos en tres grupos según la "fuerza" (baja, media y alta) de su atención primaria. Los países donde la atención primaria es relativamente más fuerte son: Portugal y España, los países alrededor del Mar del Norte (Bélgica, Reino Unido, Países Bajos y Dinamarca), Eslovenia y tres países del Norte y Este de Europa (Lituania, Estonia y Finlandia). Los modelos de atención primaria en Europa central son relativamente débiles, en particular en Eslovaquia, Austria y Hungría y también en el sudeste de Europa y Turquía.
 



 
En el estudio PHAMEU se detecta correlación de la estructura y los procesos de atención primaria con las variables de resultado [2]. Pero en relación a la eficiencia hay un dato que resaltan los autores del trabajo. Algunos países con fuerte atención primaria no están entre los más eficientes, en términos relativos. Sólo unos pocos países con una relativa atención primaria fuerte dentro del sistema eran también relativamente más eficientes: los Países Bajos, Portugal, Finlandia, Lituania y Estonia. Y España no está en este grupo. En contraste, hubo países con una relativa débil atención primaria pero que eran relativamente eficientes: Luxemburgo, Bulgaria y Hungría. Este hallazgo sugiere que, si se persigue eficiencia y fortaleza, es clave el peso y valor que se le conceda a la atención primaria en relación al resto del sistema sanitario. En general, los resultados sugieren que para mejorar la eficiencia de la atención primaria no es suficiente estructura y proceso, sino que es importante centrarse en fortalecer el acceso y la coordinación de la atención y especialmente los recursos económicos disponibles para la atención primaria. Financiar mejor la atención primaria impacta sobre la eficiencia global del sistema.
 
Barbara Starfield [3]ya situó la Atención Primaria española en 1994 entre la primeras y este trabajo 20 años después viene a confirmar que en algún momento ha habido buenos planificadores, que han permitido que buenos médicos de familia y buenos EAPconsigan calidad en la función nuclear del sistema sanitario. Nuestro trabajo ha tenido impacto y es clave para la efectividad, eficiencia, viabilidad, equidad, seguridad y sostenibilidad de nuestro sistema.
 
Esperemos que la tendencia en la reducción del peso presupuestario de la atención primaria detectada en los últimos años se reconduzca y no impacte negativamente sobre estos buenos resultados y que se tomen medidas para una mejor eficiencia a través de una mejor financiación, una mayor accesibilidad (tiempo!) y una mejor coordinación y que se apueste por prestigiar y valorizar uno de los elementos más importantes del sistema sanitario español que es nuestra Atención Primaria. La valorización externa es buena, pero la valorización interna, la nuestra propia y la de nuestros pacientes y nuestros gobernantes es imprescindible. ¡Y parece bastante claro que existen razones para ello!

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Verónica Casado es médico de familia del centro de salud Parquesol de Valladolid, profesora y responsable de la Unidad Docente de Medicina de Familia de la Facultad de Medicina de Valladolid, y ex-Presidenta de la Comisión Nacional de la Especialidad de Medicina de Familia.




 

Y de propina...


 

¿Qué hay de lo mío en servicios públicos fundamentales?

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He presentado en este blog datos sobre la evolución del gasto en servicios públicos fundamentales (sanidad, educación y protección social) en España en comparación con la Europa desarrollada durante los años previos a la crisis (aquíy aquí).  Habrá que esperar a que la OCDE y Eurostat actualicen datos que permitan comparar dicha evolución hasta lo más reciente posible. Mientras ello ocurre, y dados los tiempos que corren en los que las partes se consideran más importantes que el todo (hoy es un día emblemático al respecto), quizá convenga conocer la evolución del gasto en los servicios públicos fundamentales (sanidad, educación y protección social) de las diferentes partes (CCAA) durante los años de crisis y los previos. Por ello, difundo en esta entrada un estudio del IVIE y de la Fundación BBVA titulado “Servicios públicos, diferencias territoriales e igualdad de oportunidades”.


 
 
En él se analiza la evolución del gasto en los servicios públicos fundamentales (sanidad, educación y protección social) en España y sus comunidades autónomas desde 2002 a 2013. Como resúmenes del mismo tenemos esta nota de prensa y esta presentación.Las diferencias de gasto en estos servicios públicos fundamentales (SPF) entre territorios superan en su conjunto el 60% y son poco compatibles con una igualdad de oportunidades en el acceso a dichos servicios o a similar calidad y amplitud de prestaciones de los mismos.
 
 
Gasto en Servicios Públicos Fundamentales (SPF) en 2009 y 2013 por CCAA
 

 
Evolución del gasto real per cápita en cada SPF y en el total de estos servicios
 
 
 
Diferencias entre CCAA en el gasto per cápita en EDUCACIÓN en 2013
 
 
 
Diferencias entre CCAA en el gasto per cápita en SANIDAD en 2013
 
 

Diferencias entre CCAA en el gasto per cápita en PROTECCIÓN SOCIAL en 2013
 
 
 
Diferencias entre CCAA en el gasto total per cápita en Servicios Públicos Fundamentales en 2013
 
 

Algunos resultados destacables
A pesar de los recortes efectuados durante la crisis, algunas CCAA tienen en 2013 un gasto per cápita en SPF que todavía supera hasta en un 16-17% el que tenían algunas otras CCAA en 2009 cuando se alcanzaron máximos y antes de que empezaran los recortes en la primavera de 2010 cuando ZP se cayó del caballo. Así, por ejemplo, el País Vasco tiene en 2013 un gasto per cápita en SPF que se sitúa prácticamente en la media que tenía el conjunto de las CCAA en 2009.

En términos reales el gasto per cápita de 2013 en protección social se sitúa a nivel de 2008. El incremento del gasto en prestaciones por desempleo ha impedido que retroceda más.

En términos reales el gasto per cápita en sanidad en 2013 se sitúa a nivel de 2004. Y ya sabemos en dónde la motosierra ha recortado más intensamente (en salarios, despidos y farmacia de receta).

La educación ha resultado peor parada pues el gasto real per cápita en 2013 se sitúa en niveles previos a 2002. La figura que pongo (la de la presentación) no permite saber si se sitúa a nivel de 2001 o antes incluso, pero la figura de la pág. 44 del estudio nos muestra que se sitúa a nivel del año 2000.






Destaco dos conclusiones de los autores 
  • "Las diferencias en los ingresos parecen decisivas para explicar las diferencias de gasto por habitante. Según la información elaborada, las mayores holguras financieras permiten a las comunidades que las disfrutan ampliar el volumen de servicios que prestan a sus habitantes. Esto confirma la hipótesis de que tras las diferencias de gasto no parecen existir diferencias de necesidad por habitante sino más bien desigualdades significativas en el acceso a los servicios educativos y sanitarios para los ciudadanos residentes en distintos territorios. Se trata de una conclusión preocupante que resulta confirmada por los análisis econométricos realizados en el capítulo 4: los ingresos y los volúmenes de servicios ofrecidos son las variables que explican las diferencias de gasto per cápita."
  • "Las diferencias de gasto público en las distintas comunidades y los factores explicativos analizados cuestionan el cumplimiento del principio de igualdad de oportunidades en España, al menos en lo que se refiere al acceso a los SPF con independencia del lugar de residencia. Buena parte de ese incumplimiento tiene su origen en la desigual financiación de los Gobiernos autonómicos, sobradamente probada pero no corregida."

     
    Aumento de la desigualdad con la crisis
    En la página 95 del estudio existe una tabla que muestra el gasto per cápita en SPF por CCAA desde 2002 hasta 2013 en euros constantes de 2013. A partir de ella se puede contruir la siguiente figura en la que se muestra la evolución de dicho gasto per cápita por CCAA como índice en relación a la media nacional (media = 100).

    Lo primero que llama la atención es que las diferencias se amplían cada año más a partir del inicio de la crisis. Así, algunas CCAA se han apartado mucho al alza, separándose mucho de la media nacional (más que antes de la crisis) pese a que no han tenido una tasa de paro tan alta como otras que, a pasar de su paro, se han apartado mucho a la baja de esta misma media nacional (más que antes de la crisis).









    La España que queremos
    Transcurren tiempos en los que se está dando más importancia a las partes que al todo, al "¿qué hay de lo mío?" frente a la cohesión social. Los resultados de este estudio traducen las consecuencias de esta falta de cohesión. Parece que caminamos más hacia el "sálvese quien pueda" que hacia el "salvémonos entre todos" o hacia el "¿qué hay de lo nuestro?". Algunos no se dan cuenta de que, en esta España y Europa del siglo XXI, un ciudadano de Bilbao no es ni más ni menos que uno de Las Palmas y que un ciudadano de Berlín tampoco es ni más ni menos que uno de Atenas. La crisis económica ha puesto en cuestión la Europa y España de los ciudadanos que muchos queremos. Mas quiere jugar al monopoly con las reglas de los de Bilbao pues se trata de reglas que se han revelado extremadamente ventajosas durante los últimos y dolorosos años. Pero claro, todos no podemos jugar al monopoly con esas reglas, ni tan siquiera los de Bilbao van a poder seguir jugando mucho más tiempo con dichas reglas pues da la impresión de que las ventajas de algunos son a costa de las desventajas de otros. Las desigualdades crecientes en España también cuestionan esa España de los ciudadanos que muchos queremos, no la de los reinos de taifas. Los chicos del baloncesto la representaron perfectamente bien hace pocos días. 
     
     






    Junts pel si a la desgravación fiscal del seguro médico privado per tutti

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    Rajoy y Mas, Mas y Rajoy, Tanto Monta, Monta Tanto, se ponen de acuerdo para lo que les interesa: la desgravación fiscal al seguro médico privado para todo el mundo. La prensa digital económica y no económica de hoy ya lo recoge (aquí, aquí y aquí). Esta ha sido hasta hoy la evolución de la desgravación fiscal al seguro médico en nuestra historia reciente. 
     
     
     


    La doble cobertura y su incentivación fiscal. Casi 10,7 millones de españoles contaban en marzo de 2015 con algún tipo de seguro de salud (1). De ellos, algo más de 8,5 millones disfrutaban de un seguro de asistencia sanitaria. Casi dos de esos 8,5 millones corresponden a mutualistas de la administración pública mientras que la inmensa mayor parte de los 6,6 millones restantes constituyen el grupo de la “doble cobertura”, formado por personas con derecho a la asistencia sanitaria del SNS que prefieren, porque pueden, disfrutar simultáneamente de las ventajas asistenciales y, en muchos casos, fiscales del aseguramiento privado. Un aseguramiento privado que mayoritariamente ofrece atención sanitaria por médicos especialistas y no por médicos de familia, generales o de cabecera. De hecho, sólo el 13% de los médicos que actúan como proveedores para las compañías de seguros privados de asistencia sanitaria son médicos generales o de familia (2). Por otra parte, el 30% de las consultas al médico especialista en España se realiza sin financiación pública (3). No se incluye aquí, naturalmente, las consultas al médico especialista privado financiadas públicamente realizadas por los mutualistas de la administración pública que eligen provisión privada.
     
    La población con doble cobertura se caracteriza por ser más joven, tener mejor estado de salud, menos enfermedades crónicas y discapacidades, mayor nivel educativo y de renta y efectuar más visitas al médico especialista (4-6). Datos recientes como los de la Encuesta de Salud de Cataluña de 2014 (7), una de las CCAA con más prevalencia de doble cobertura (24,8% de la población general), muestran que entre la población con doble cobertura destaca la proporción de personas de clase alta (45,6%) o con estudios universitarios (44,2%).
     
    Durante las últimas décadas, los sucesivos gobiernos han incentivado fiscalmente el aseguramiento privado sin explicar demasiado a la ciudadanía la utilidad social de tal medida. Desgravó el gasto directo en asistencia sanitaria privada y en seguros privados de salud adquiridos individualmente hasta 1998. Apartir de 1999 se ofrecen beneficios fiscales a las empresas que los adquieren para sus empleados y familias (seguros colectivos). A partir de 2003 desgravan los adquiridos por algunos trabajadores autónomos para sí y sus familias. Además, algunas CCAA desgravan también los seguros de salud individuales. Por lo tanto, en cierto modo, podemos considerar también financiación pública de la sanidad, en este caso privada, el coste fiscal que supone la pérdida de recaudación debida a los beneficios fiscales asociados al gasto directo en asistencia sanitaria privada o a la compra de seguros privados de salud. El coste fiscal por este motivo en 1998 ascendió a poco más de 650 millones de € (8,9), una cantidad equivalente a lo que gastó ese mismo año en atención primaria una comunidad como Andalucía. El coste fiscal en 2001 se estimó en 214 millones de € para poco más de 1,24 millones de asegurados ese año por seguros colectivos de empresas (8).
     
    El coste fiscal actualmente sería mucho mayor pues el número de asegurados por seguros colectivos se ha más que duplicado (2,81 millones en 2013) (10) y, además, se añadiría el coste fiscal de los seguros adquiridos por autónomos y el debido a la desgravación efectuada por algunas CCAA por la compra de seguros individuales. Conviene recordar que la introducción del copago a los pensionistas del SNS supuso en 2013 una recaudación de 503,8 millones de euros (52,9 € por pensionista). Se debería explicar a la ciudadanía, y sobre todo a estos pensionistas, la utilidad social de incentivar fiscalmente la compra de seguros privados de salud pues la pérdida actual de ingresos fiscales por dicha desgravación podría ser similar o incluso superar los 503,8 millones de euros recaudados a estos pensionistas a través del copago farmacéutico. ¿Recaudamos millones de euros mediante el copago de los pensionistas para ofrecer beneficios fiscales por la compra de seguros de salud a grupos sociales más jóvenes, sanos y ricos que los pensionistas?
     
    La desgravación fiscal del seguro privado de salud resulta difícil de sostener en la medida que existe una sanidad pública financiada por impuestos (11); y más insostenible sería si dicha sanidad pública fuera universal de iure. El menor uso del sistema público que hace la población con seguro privado (12) no compensa el coste de su incentivación fiscal pues la pérdida de ingresos fiscales por la desgravación es mayor que el aumento de gasto sanitario público que produciría su ausencia (13).

     

     
    Referencias bibliográficas
    1.ICEA. Volumen y Crecimiento de Primas, Ingresos derivados de la Actividad, Asegurados y Prestaciones de Salud. Periodo: Marzo 2015. Disponible en: http://www.icea.es/es-ES/informaciondelseguro/AlmacenDeDatos/Salud/2015/Total%20Salud/Asegurados,%20Primas,%20Ingresos%20y%20Prestaciones_Total%20Salud_115.xls

    2.Memoria Social del Seguro Español 2007. UNESPA. Asociación Empresarial del Seguro: Disponible en:http://unespa.org/adjuntos/fichero_2629_20080521.pdf

    3.Regidor E, Martínez D, Astasio P, Ortega P, Calle ME, Domínguez D. La asociación de los ingresos económicos con la utilización y con la accesibilidad de los servicios sanitarios en España al inicio del siglo XXI. Gac Sanit 2006, 20:352-9 Disponible en: http://scielo.isciii.es/pdf/gs/v20n5/original2.pdf

    4.Rodríguez M, Stoyanova S. The effect of private health insurance access on the choice of GP/specialists and public/private provider in Spain. Health Econ. 2004; 13: 689-703. Disponible en:http://tinyurl.com/ocosy62

    5.Fusté J, Séculi E, Brugulat P, Medina A, Juncà S. Población con doble cobertura o cobertura pública de aseguramiento sanitario. ¿Cuál es la diferencia? Gac Sanit. 2005; 19: 15-21. Disponible en: http://scielo.isciii.es/pdf/gs/v19n1/original2.pdf

    6.Ordaz Sanz JA, Murillo Fort C, Guerrero Casas FM. Análisis empírico de la demanda de seguros privados de enfermedad en España. Estudios de Economía Aplicada. 2005; 23: 161-171. Disponible en: http://www.redalyc.org/pdf/301/30123115.pdf

    7. Enquesta de salut de Catalunya 2014. Principals resultats. Generalitat de Catalunya. Departament de Salut. Disponible en: http://salutweb.gencat.cat/web/.content/home/el_departament/estadistiques_sanitaries/enquestes/onada09/esca2014_resultats.pdf

    8. Rodríguez M, Stoyanova A. Changes in the demand for private medical insurance following a shift in tax incentives. Health Econ. 2008;17:185-202. Disponible en: http://tinyurl.com/qjspbqq

    9.López Casasnovas G. El nuevo tratamiento fiscal del aseguramiento sanitario privado. Revista de Administración Sanitaria. 2000; 4: 437-447. Disponible en: http://tinyurl.com/qefga6a

    10. Memoria Social del Seguro Español 2014. UNESPA. Asociación Empresarial del Seguro. Disponible en:http://www.unespa.es/frontend/unespa/Memoria-Social-Del-Seguro-vn2712-vst16

    11. Ortún V. A propósito del aseguramiento sanitario privado.  Aten Primaria. 2011; 43:457-458. Disponible en: http://www.elsevier.es/es-revista-atencion-primaria-27-articulo-a-proposito-del-aseguramiento-sanitario-90026686

    12. López-Nicolás A. Seguros sanitarios y gasto público en España. Un modelo de microsimulación para las políticas de gastos fiscales en sanidad.Papeles de trabajo del Instituto de Estudios Fiscales. Serie economía. Nº 12. 2001. Disponible en: http://www.ief.es/documentos/recursos/publicaciones/papeles_trabajo/2001_12.pdf

    13. López-Nicolás A, Vera-Hernández M. Are tax subsidies for private medical insurance self-financing? Evidence from a micro-simulation model. J Health Econom. 2008; 27:1285-98. Disponible en:http://repositori.upf.edu/handle/10230/823

     

    Aseguramiento sanitario: Hombre rico, Hombre pobre

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    La derogación delRD 1088/1989fue una de las derogaciones más llamativas derivadas de la reforma introducidaporel RD-Ley 16/2012(la derogación se publicó en el RD 1192/2012, de 3 de agosto, por el que se regula la condición de asegurado y de beneficiario). El RD 1088/1989 extendía la cobertura sanitaria del SNS a las personas sin recursos económicos que hasta entonces recibían asistencia por la beneficencia. El RD 1088/1989 fue una de las últimas regulaciones hechas por los Gobiernos de Felipe González mediante las cuales se fueron incluyendo progresivamente entre 1982 y 1989 diversos colectivos dentro la cobertura de la asistencia sanitaria del Régimen General de la Seguridad Social; es decir, dentro del SNS. A partir de 1990 los expertos [1] consideran nuestra sanidad pública (no nuestro SNS) universalizada de facto en el sentido de la amplitud de la cobertura pues esta superó desde entonces el 99% de la población hasta la reforma de 2012 que supuso la exclusión de los extranjeros irregulares. El SNS no es universal pues hay sanidad pública más allá del SNS y hay españoles y extranjeros residentes legales sin derecho al SNS (ni a otro subsistema público de cobertura) pese a contribuir con el pago de impuestos a su sostenimiento.
     





    El artículo nº1 del RD 1088/1989 rezaba lo siguiente: ”Se reconoce el derecho a las prestaciones de la asistencia sanitaria de la Seguridad Social a los españoles que tengan establecida su residencia en territorio nacional y carezcan de recursos económicos suficientes. A estos efectos se entienden comprendidas las personas cuyas rentas, de cualquier naturaleza, sean iguales o inferiores en cómputo anual al Salario Mínimo Interprofesional. Se reconoce, asimismo, este derecho, aunque se supere dicho límite, si el cociente entre las rentas anuales y el número de menores o incapacitados a su cargo fuera igual o menor a la mitad del Salario Mínimo Interprofesional.
     
    EL RD 1088/1989, lo desarrolló reglamentariamente la orden del 13 de noviembre de 1989, también ahora derogada.

    El Salario Mínimo Interprofesional mensual en 1989 para trabajadores de 18 o más años era de 280 € (actualmente en 2015 es de 649 €, 9080 € en cómputo anual en 14 pagas). Si la norma estuviera hoy vigente, este sería el límite “por abajo” que, de no sobrepasarse, a uno lo incluiría en el SNS por ser oficialmente pobre (“insuficientes recursos”, decía la norma).

    La reforma de 2012 establece un nuevo umbral. Y esta vez se hace “por arriba”  y el límite son los 100.000 euros de ingresos anuales. Es decir, la norma (RD 1192/2012) establece un límite de ingresos anuales de cien mil euros que, de no sobrepasarse, garantizará que quienes residan legalmente en España [2](españoles o extranjeros) estén cubiertos por el SNS. Se trata de una vía subsidiaria de acceso a la condición de “asegurado”, es decir podrán hacerla valer quienes, cumpliendo los requisitos, no tengan cobertura obligatoria de la prestación sanitaria por otra vía.

    Pero quedarán excluidos de la sanidad pública aquellos españoles o extranjeros que, pese a residir legalmente en España, sobrepasen este límite, no cumplan los requisitos de “asegurado” o “beneficiario de un asegurado” (artículo 2.1a) y carezcan de “cobertura obligatoria de la prestación sanitaria por otra vía”. La lógica demagógica subyacente es la apelación a que no pueden tener derecho al SNS aquellas personas con capacidad económica suficiente para costearse su atención sanitaria. Este argumento degrada la propia idea de derecho, sobre todo cuando el SNS se financia por impuestos y quienes superan el límite de los cien mil euros también contribuyen con sus impuestos a mantenerlo. Es más, en principio, contribuyen proporcionalmente más que contribuyen otros con menores ingresos. 

    Se trata de una idea de subsidiariedad del derecho que lo degrada y lo aproxima al ámbito de la beneficencia. Por otra parte, el hecho de que se determine el umbral mediante Real Decreto supone que deja de establecerse por ley quién es titular del derecho y se deja la puerta abierta a que en el futuro cualquier gobierno pueda modificar dicho límite a su demagógica conveniencia.

    La vía regulada por el derogado RD 1088/1989 también era subsidiaria. Es decir, sólo podían hacerla valer quienes, cumpliendo los requisitos, no tenían cobertura obligatoria de la prestación sanitaria por otra vía. La lógica de dicha norma era la de no dejar desprotegidos a los más pobres. Pero ¡ojo!, de paso conseguía lo mismo que la norma actual: dejar desprotegidos a los más ricos si no tenían acceso por otra vía. Las dos normas, la actual y la derogada, degeneran y degradan la idea de derecho aproximándola a la de beneficencia, se trace el límite “por abajo” o “por arriba”.

    Por lo tanto, no hay tanta diferencia en poner el límite en un lugar o en otro. La diferencia está en otro sitio, en otra norma también modificada: el artículo 12 de la Ley Organica 4/2000 (también llamada ley de extranjería). Hasta su modificación por el RD 16/2012, para que a uno se le pudiera aplicar el RD 1088/1989 bastaba con estar empadronado, algo que ya no es suficiente con la nueva redacción de dicho artículo.

    Urge la universalizaciónde iure del derecho a la atención sanitaria de los españoles y residentes en España a través del SNS, bajo un mismo título jurídico, único y general, como derecho cívico universal, igual para todos, ligado a la condición de ciudadanía española [3] o residencia y condiciones asimiladas. Urge que esto lo hagan todos los países de la UE. Y que entre todos ellos decidan de común acuerdo qué hacer y qué derechos otorgar a los inmigrantes ilegales. Y, por cierto, urge también que los distintos Estados miembros de la UE dejen de utilizar torticeramente la TSE y dejen de hacerse trampas unos a otros a la hora de facturarse entre ellos por asistencia sanitaria (ejemplo). Sólo esto explica, además de nuetra manifiesta incapacidad para facturar bien a los demás, que Marruecos  y Alemania le facturen mucho más a España que España a Marruecos y a Alemania.

     





    [1]Freire JM. Los sistemas de aseguramiento sanitario de riesgos de enfermedad en España. Derecho y Salud. 2007; 15 (Extraordinario Foro SESPAS-AJS.): 41-59. Disponible en: http://www.ajs.es/descarga/attach/284
     
    [2]A efectos del mantenimiento del derecho de las prestaciones sanitarias en las que se exija la residencia en territorio español, se entenderá que el beneficiario de dichas prestaciones tiene su residencia habitual en España aun cuando haya tenido estancias en el extranjero siempre que éstas no superen los 90 días a lo largo de cada año natural.
     
    [3]También son ciudadanos españoles los casi 2,2 millones de compatriotas que actualmente residen en el extranjero y que podrían necesitar asistencia sanitaria en sus desplazamientos temporales a España.


     
     

    Un privilegio que desaparece durante sólo 4 días

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    Hace pocos días, el 2 de octubre, un informativo digital (BEZ) publicaba la intención de la presidenta Cifuentes de finiquitar el convenio que la Comunidad de Madrid mantiene desde hace 13 años con la Asociación de la Prensa de Madrid (APM). Pocos días después, la presidenta de la APM reconocía los destrozos que la finalización de este convenio supondría para la afiliación a dicha asociación (aquí y aquí). Daba la impresión de que se trataba del principio del fin de un privilegio sanitario que data de 1973, pero...





    tan sólo cuatro días después, el día 6 de octubre, la propia APM publicaba unos "tuits" de la mismísima Cifuentes desmintiendo lo publicado por BEZ.
     
    El convenio con la Asociación de la Prensa de Madrid (APM), un colectivo tan importante en la formación de la opinión pública, se inició en 1973 con el Instituto Nacional de Previsión, lo continuó el INSALUD a partir de 1983 y posteriormente la Comunidad de Madrid a partir de 2002. El convenio sigue vigente y, en 2011, la Comunidad de Madrid destinó más de 9,4 millones de € a la APMpara que su Servicio Médico, a través de sus centros concertados (Fundación Jiménez Díaz, La Luz, Grupo Madrid y Quirón, entre otros centros privados), atendiera a más de 12.000 personas, de las cuales unas 5.400 son asociados de la APM y el resto son familiares de asociados y empleados. Es decir, con fondos públicos se está pagando asistencia sanitaria privada a un colectivo con pleno derecho a obtenerla del SNS. La opción por el Servicio Médico es de libre elección entre los miembros de la APM y optan actualmente por él aproximadamente un 70% de los mismos, lo que da pie a la selección de riesgos pues, a conveniencia y libre albedrío, se puede optar por la asistencia del SNS aunque se haya optado previamente por la del Servicio Médico de la APM. Para la prestación farmacéutica se utilizan recetas oficiales del SNS por los médicos del Servicio Médico de la APM que previamente han sido autorizados por la Comunidad de Madrid.
     
    A destacar lo manifestado por José Ángel Cortés, jefe del Servicio Médico de la APM, al informativo BEZ: "Esto que tenemos no es un privilegio porque cualquiera puede solicitarlo a la Comunidad de Madrid, y es decisión del gobierno regional concederlo o no".
     
    Pues bien, tomándole la palabra al señor Cortés, los madrileños deberían solicitar todos y cada uno de ellos, desde ya, que la Comunidad de Madrid les pague asistencia sanitaria privada con dinero público, igual que hace con los periodistas desde hace más de 13 años.
     
    Cuando el río suena... quizá lleve agua. Pero acabar dos meses antes de unas elecciones generales con un privilegio tal podría tener un efecto boomerang sobre el PP a lo largo de la próxima campaña editorial... perdón... electoral, ¿en qué estaría yo pensando?
     

     

    Demasiada quimio, demasiada radiación y demasiadas mastectomías

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    Acaba de aparecer en el número de octubre de la revista Time una artículo titulado Why Doctors Are Rethinking Breast-Cancer Treatment. En él se reflexiona sobre los retos actuales que tiene el tratamiento de esta enfermedad. Textos así permiten recuperar la confianza en los medios de comunicación entendidos como servicio público en materia de salud. Aquí lo tienen traducido por gentileza y con permiso de nogracias
     
    ¿Por qué los médicos se están replanteando el tratamiento del cáncer de mama?
    Siobhan O'Connor @siobhannyc Oct. 1, 2015
    Demasiada quimio, demasiada radiación y demasiadas mastectomías



     
    “¿Qué pasa si decido simplemente no hacer nada?”

    Era una especie de burla, se quejaba Desiree Basila. No es el tipo de expresión que, por lo general, sale de la boca de una mujer que acaba de ser diagnosticada de cáncer de mama. Durante 20 minutos, ella había estado interrogando a su cirujano de mama. “Sólo una pregunta más,” le dijo a un médico que parecía cada vez más cansado. Estaba tratando de averiguar qué podía hacer con el carcinoma intraductal in situ, también conocido como Estadio 0 del cáncer de mama, y ​​ya estaba en su segunda opinión. El primer cirujano había golpeado una fotografía de su pecho colocada en un visor, señalado un punto de unos 5 cm de largo y 2,5 cm de ancho y reservado quirófano para realizar la semana siguiente una mastectomía.

    La primera reacción de Basila tras su diagnóstico debió ser parecida a la que produce el instinto animal en una presa; sintió como “10.000 ladrillos” triturándole el tórax cuando se despertó por la mañana. Después de eso, Basila, que ahora tiene 60 años y enseña ciencia en una escuela secundaria de San Francisco, hizo un poco de investigación. Se enteró de que había un montón de dudas acerca de la progresión de un carcinoma intraductal in situ, que no es un cáncer invasivo, que está confinado a los conductos de la leche y que es la etapa más temprana del cáncer de mama. También aprendió que había desacuerdos sobre cómo tratarlo.

    Sabía que no estaba preparada para tener uno o ambos de sus pechos amputados. Y ella no estaba segura de querer tampoco una lumpectomía (se extirpa el tumor y parte del tejido circundante). Es por eso que cuando el Dr. Shelley Hwang, un cirujano de la Universidad de California en San Francisco (UCSF), le recomendó la lumpectomía, la frustración de Basila aumentó. Tenía su abrigo en la mano y estaba a punto de salir por la puerta cuando ella le dijo lo que le pedía el cuerpo. Y cuando lo hizo, Hwang le contestó: “Bueno, algunas mujeres están eligiendo hacer eso.”

    Basila se sentó de nuevo e hizo una elección en contra de lo que todos los humanos parecen estar programados para hacer: no hacer nada frente a un diagnóstico de cáncer.

    Bueno, no “nada”, exactamente. Ella comenzaría a tomar un medicamento llamado tamoxifeno que bloquea los estrógenos, unas hormonas capaces de hacer crecer el tumor, y participaría en un ensayo clínico de vigilancia activa: dos visitas al año, con mamografías alternando con resonancias magnéticas. Mientras no hubiera cambios preocupantes, Basila se salvaría de sufrir el arsenal típico utilizado en el tratamiento del cáncer de mama: cirugía, radiación y quimioterapia.

    Esa conversación tuvo lugar hace ocho años. Y si suena hoy radical, era poco menos que una herejía en aquel entonces. Esto fue antes de la que la U.S. Preventive Services Task Force dijera en 2009 que las mujeres debían comenzar a hacerse las mamografías de cribado a los 50, sustituyendo la recomendación previa de hacerlo a los 40, porque había pruebas suficientes de que el cribado a una edad más temprana hacía más mal que bien. Fue antes de que una investigación mostrara que para algunas mujeres con Estadios 1 y 2 de cáncer de mama, el beneficio en términos de supervivencia absoluta tras una doble mastectomía preventiva, era menor del 1%, tras 20 años. Fue antes de que un artículo demostrara que no importaba cómo se trata a una mujer con un carcinoma intraductal in situ porque su mortalidad era del 3%, similar a la media de la población general. Y antes de que se supiera que algunas mujeres con cáncer de mama en estadios tempranos no se beneficiaban de la quimioterapia y podían evitarla.

    En otras palabras, que la conversación tuvo lugar antes de que los médicos y los pacientes se enfrentaran a la evidencia de que en los EE.UU., muchas mujeres con cáncer de mama estaban siendo masivamente sobretratadas. Gracias a los avances en las pruebas de genómica y un conocimiento más profundo sobre la biología de los diferentes tipos de cáncer de mama, los médicos están aprendiendo que una estrategia única para todos los cánceres de mama no funciona. También están aprendiendo que toda mujer lleva con ella un perfil único de riesgo biológico, así como una aversión por el riesgo muy personal. Eso significa que, si bien algunas mujeres requieren tratamiento urgente y agresivo, hay muchos casos en los que se puede reducir la velocidad y adoptar un enfoque más conservador.

    Ahora mismo los médicos que están en la vanguardia del tratamiento de cáncer de mama, están pidiendo un cambio significativo en la forma en que los médicos tratan y hablan de una enfermedad que va desde unos pocos milímetros de células de aspecto sospechoso en los conductos de la leche a grandes masas invasoras encontradas fuera de ellos. Eso es lo que hace que las conversaciones entre una mujer y su médico especialista en cáncer de mama sean cada vez más difíciles, pero también más fructíferas.

    Debido a que hemos avanzado tanto en la detección del cáncer de mama, todos estos nuevos datos sugieren que puede haber mejores maneras de tratar algunos tipos de cáncer de mama, especialmente los que están en las primeras etapas. También tenemos más pruebas de que los tratamientos agresivos, diseñados para salvar vidas de mujeres, pueden tener consecuencias imprevistas, a veces, devastadoras.

    Llámalo daños colaterales. Son las múltiples cirugías tras una mastectomía y las posibles infecciones asociadas; la radiación que no siempre mejora la supervivencia y el riesgo de cáncer que puede venir asociado a élla; la quimioterapia a veces innecesaria y sus efectos secundarios potencialmente muy debilitantes. Para algunos expertos, estos daños colaterales son cada vez más difíciles de justificar.

    Ahora un pequeño pero influyente grupo de líderes clínicos, está clamando por un cambio radical en la manera como los médicos se enfrentan a la enfermedad. “Como cirujano, decir que no deberíamos estar operando tanto como hacemos es verdaderamente difícil”, dice el Dr. Mehra Golshan, un oncólogo quirúrgico del Dana-Farber/Brigham and Women’s Cancer Center. “Y eso es lo que estoy diciendo.”

    La medicina es lenta en sus movimientos y eso es especialmente cierto con el cáncer de mama. Los médicos tienen que enfrentarse no sólo a los nuevos datos sino también a una opinión pública con convicciones sobre el cáncer de mama muy interiorizadas, gracias al trabajo de políticos y grupos de pacientes que han estado trasmitiendo posiciones muy tajantes durante décadas sobre la mejor manera de detectar y tratar el cáncer de mama. Estas medidas se pusieron en marcha por una buena razón, por supuesto, ya que los expertos en ese momento creían que iban a salvar vidas. Pero en realidad no lo ha hecho, o, al menos, no tanto como se esperaba.

    Este año, más de 40.000 mujeres en los EE.UU. morirán de cáncer de mama. Esta cifra es la misma, más o menos, que la del año pasado, y los 13 años anteriores. Al mismo tiempo, el miedo a la enfermedad ha llevado a muchos a sobrestimar el riesgo que representa. La probabilidad de que una mujer muera de cáncer de mama es del 3%, y ha sido así desde la primera década del año 2000, cuando un informe demostró que la terapia de reemplazo hormonal (TRH), que las mujeres tomaban durante la menopausia, tenía entre sus efectos secundarios el desarrollo del cáncer de mama. Una vez que la TRH dejó de recomendarse, el número de muertes se redujo, y se ha mantenido prácticamente sin cambios desde entonces.

    “Escucho a la gente decir que la medicina es tan importante que no podemos ser demasiado rápidos en los cambios; y yo diría lo contrario: porque es tan importante, tenemos que innovar con más rapidez”, dice la doctora Laura Esserman, una cirujano y directora de la Carol Franc Buck Breast Care Center en la UCSF. “Si lo estuviéramos haciendo tan bien que nadie estuviera muriendo, estaría de acuerdo en que no es necesario cambiar. Pero a los pacientes no les gustan las opciones de tratamiento, y a los médicos no les gustan los resultados”.

    Esserman y Hwang, ahora jefe de cirugía de mama en Duke University y en el Duke Cancer Institute de North Carolina, están liderando una serie de estudios que esperan puedan rellenar algunos de los vacíos de conocimiento existentes y que puedan hacer cambiar una batalla nada fácil. El carcinoma intraductal in situ representa en la actualidad alrededor del 20% al 25% de los cánceres de mama diagnosticados mediante el cribado. Antes de la puesta en marcha de los cribados, en la década de los 80, representaba el 3%.

    “Nuestros dos mayores desafíos”, dice el doctor Eric Winer, director de oncología de mama en Dana-Farber, “son averiguar los mejores tratamientos para las 40.000 mujeres que mueren de cáncer de mama cada año en EE.UU, y al mismo tiempo, averiguar quién, en el otro extremo del espectro, está siendo expuesta a una toxicidad innecesaria”.

    Si tan sólo los médicos pudieran ponerse de acuerdo sobre la manera de hacer esto. Todo el mundo dice que cirujanos y radiólogos necesitan saber más sobre cómo hacer menos. Pero los médicos no quieren ser responsables de que la paciente que no se trata de manera agresiva muera en su manos. Ahí es donde los dos bandos están divididos: motivados por lo mismo, algunos están trabajando para encontrar más pruebas de que la enfermedad se puede tratar responsablemente de otra manera, mientras que otros dicen que es demasiado arriesgado cambiar sin pruebas suficientes.

    Estaba aceptado que los tumores crecían a un ritmo constante. Una vez que llegaban a ser lo suficientemente grandes, se propagaban y cuando se propagaban teníamos problemas. Este fue el razonamiento detrás del eslogan “la detección temprana salva vidas” y de hecho, ayudó a salvar algunas vidas. Pero ahora los expertos saben que muchos cánceres de mama son, en términos médicos, “indolentes”, de crecimiento lento, tumores que no pueden causar síntomas, y menos, acelerar la muerte de una mujer. También saben que hay un pequeño número de cánceres de mama que progresan muy rápidamente, a veces incluso antes de que se detecten. Están trabajando para averiguar cuáles son cuáles y qué hacer mientras tanto.

    “Muchos médicos todavía piensan que cualquier cáncer de mama es debido o a un fracaso de una paciente que no se hizo una mamografía o a un fracaso de un médico que no lo detectó”, dice el doctor Otis Brawley, director médico de la American Cancer Society. “Pero si nos fijamos en la ciencia, la cosa no está tan clara.”

    De hecho, la directriz de 2009 que recomendaba que las mujeres comenzaran el cribado a los 50, causó un gran revuelo nacional, y sigue siendo controvertida hoy en día, a pesar del hecho de que cuando las mamografías se hacían antes, la reducción de las muertes no coincidía con lo que se esperaba.

    El cribado pone a médicos y pacientes ante un dilema moderno. Si usted tiene mejor tecnología para detectar algo, sin duda va a encontrar más casos de lo mismo. Un doctor lo expone de esta manera: En una tragedia junto a la playa, un tiburón ataca a un nadador y el nadador muere. En el pasado, se habría sido visto, tal vez, como un extraño accidente. Pero hoy podemos hacer volar robots con cámaras y sensores que pueden patrullar las aguas. Cuando lo hacemos, vemos que la zona está llena de criaturas que también pueden tener apetito por los seres humanos, a pesar de que no podemos estar seguros, ¿Qué hacemos? ¿Cerramos la playa?

    Nadie sugiere que las mujeres deban dejar de hacerse mamografías. Pero los expertos creen que es importante ser honestos acerca de que es una tecnología imperfecta. “Las mamografías están aquí para quedarse”, dice Hwang, que tiene en la actualidad cerca de 20 pacientes que han optado por hacer una vigilancia activa en lugar de la cirugía y los tratamientos que siguen. “No es la “búsqueda de más” lo que tenemos que trabajar. Es lo que vamos a hacer con todo “lo de más” que nos encontraremos”

    Esto es lo que está quitando el sueño a los oncólogos. Eso, y la creciente preocupación de que con todos los cánceres de mama tratados agresivamente, algunas pacientes sufren lesiones. Con el cáncer de mama, la carga de la prueba para no hacer algo es mayor que para actuar. Y cuando los médicos se desvían de lo que se llama el estándar de cuidado pueden enfrentarse a demandas por negligencia.

    Algunos expertos señalan que con otras enfermedades las aseguradoras serían los malos de la película, negando el pago de tratamientos que pueden ser innecesarios. Pero con el cáncer de mama, es lo contrario: las aseguradoras son inflexibles y solo pagan por las terapias aprobadas, siempre y cuando estén en consonancia con las directrices publicadas. Dado que las directrices para el cáncer de mama tienden a estar sesgadas hacia el lado de la precaución, esto significa que, independientemente de la etapa de su enfermedad o de su pronóstico, una mujer puede tener un seguro que cubra solo la mastectomía y la reconstrucción.

    “No hay control sobre lo que es un tratamiento razonable para un resultado esperado”, dice Hwang. “si vamos a aceptar que todos, incluso los que tienen solo una probabilidad del 1% de mejora de la mortalidad, deben obtener un tratamiento que no es biológicamente una buena manera de abordar el problema. También es increíblemente caro”.

    El aumento del número de mujeres que optan por una mastectomía contralateral profiláctica -que no mejora la supervivencia de la mayoría de los pacientes- es una preocupación para un gran número de cirujanos, ya que no es una indicación clínica clara (una excepción son las mujeres con raras mutaciones BRCA1 y 2, que aumentan en gran medida la probabilidad de desarrollar cáncer de mama y de ovario de una mujer. Por eso es que Angelina Jolie se realizó el famoso procedimiento y por lo qué los médicos siguen recomendando la cirugía en estos casos.)

    “Estamos hablando de una cirugía mayor”, dice Hwang. “Puede implicar revisiones, dolor prolongado, hernias. Creo que la mejor manera de entenderlo es diciendo que puede requerir cirugías para el resto de la vida. Algunas pequeñas, otras grandes. Pero no es que se haya terminado y usted pueda olvidarse. Simplemente no funciona de esa manera”.

    Hay efectos psicológicos para algunas mujeres. Algunas mujeres dicen que luchan con sentimientos contradictorios alrededor de la feminidad y la sexualidad después de la cirugía. Algunas de las que se han intervenido manteniendo el pezón se preguntan cuando volverá la sensación. (La respuesta es, a menudo, nunca más.) ¡La cirugía representa también un mayor riesgo de depresión!.

    “No es mi trabajo decir que la decisión es incorrecta”, dice el cirujano de mama Golshan, “pero me preocupa que a las pacientes no se les advierta adecuadamente y sean plenamente conscientes de los riesgos potenciales”. Las mujeres pueden ver los resultados finales en imágenes, y parece maravilloso. Pero la gran mayoría de las reconstrucciones requieren múltiples etapas de revisión.

    El cáncer tiene un problema con el lenguaje no solo cuando se habla de una guerra. También está el problema de la palabra misma. Una mujer de 57 años de edad, con cáncer intraductal in situ de bajo grado, que es casi seguro que nunca se convertirá en invasor, oye la misma palabra que la mujer de 34 años de edad, quien tiene tumores malignos metastásicos que probablemente la matarán. Eso es confuso para las pacientes y las condicionan a tratar cada diagnóstico de cáncer como una emergencia, en un mundo que todavía reacciona contra el cáncer como si fuera el principio del fin y en una cultura donde se evita hablar de la muerte hasta que no queda otro remedio.

    “Creemos que esa palabra significa lo más agresivo”, dice Basila, recordando el shock que sufrió cuando supo que tenía un carcinoma intraductal. “No estoy diciendo que los médicos deban endulzarlo. Pero tenemos que tener la perspectiva de que muchas veces podemos darnos el lujo de no ver el cáncer como una sentencia de muerte. Eso es difícil de conseguir en una hora, y mucho menos en una cita de 10 minutos”

    El Dr. Steven J. Katz, profesor de la Universidad de Michigan, que estudia la toma de decisiones de médicos y pacientes, señala que la gran mayoría de las mujeres se sienten saludables cuando son diagnosticadas. Y con la mayoría de las mujeres diagnosticadas en edades entre 55 a 64, su propia mortalidad no ocupa, por una buena razón, la mayor parte de sus pensamientos. Pero ahora, inevitablemente, se lo tienen que plantear. Esto no es una conversación fácil de tener. “Estaban bien y ahora les dicen que están enfermas”, dice Katz. “Y entonces se les trasmite que tendrán que llegar a sentirse muy enfermas para mejorar.”

    Hablen con las mujeres acerca del asunto y oirán cosas como: “.. Yo, literalmente, entré en shock” “Estaba ciega” “Tenía una especie de vértigo”. Usted también puede oír: “Realmente no me acuerdo de lo hablamos, pero recuerdo que el reloj marcaba las 4:01″.

    “Esta es una situación difícil para poder tomar una decisión que cambia la vida, y la mayoría de las mujeres toman esa decisión en cuestión de días o semanas tras diagnóstico”, dice Katz. “No es la manera correcta de hacer las cosas,” dice Esserman de UCSF. “Ha llegado el momento de preguntarse, ¿Qué pasa si no hago nada de inmediato” La parte “inmediato” de la cuestión es importante. “No dejemos que el pánico decida. No hay evidencias para apoyar que es necesario estar operada en dos semanas”.

    La investigación de Katz ha demostrado que hay un instinto natural en los pacientes, cuando se enfrentan con la palabra cáncer: externalizar la decisión en sus médicos. Es por eso que para su médico, lo que usted dice y cómo lo dice, importa enormemente. Muchas mujeres necesitan hacer todo lo que se pueda hacer y hacerlo lo más rápidamente posible para comenzar a sentirse bien de nuevo. Eso puede ser difícil cuando el intento por parte de una paciente por volver a la normalidad lo antes posible está en desacuerdo con la ciencia.

    Algunas nuevas herramientas están empujando el campo hacia adelante, aunque no son perfectas. Una prueba genómica llamado Oncotype DX, por ejemplo, puede ayudar a los médicos a determinar si algunas pacientes responderán o no a la quimioterapia. Era parte de un estudio de referencia, publicado en el New England Journal of Medicine de septiembre, que mostraba que algunas mujeres con enfermedad en estadio temprano podrían ser tratadas con terapia hormonal sola.

    Otra prueba genética, el Oncotype DX CDIS, puede ayudar a indicar si el carcinoma ductal in situ es de bajo, intermedio o alto riesgo de recurrencia, lo que ayuda a informar si una mujer necesita radioterapia después de una lumpectomía. Y aunque todavía no hay diagnósticos que digan con precisión quién es una buena candidata para la vigilancia activa, los médicos que se asocian con sus pacientes para dicho plan dicen que lo hacen con prudencia.

    Muchos en el campo todavía no piensan que haya suficientes evidencias para apoyar la vigilancia activa para cualquier persona, ya que el método no ha sido probado en un ensayo estándar prospectivo aleatorizado. Esto es algo que Hwang y Esserman esperan abordar en los EE.UU.

    Hwang fue galardonada con $ 1,8 millones en septiembre por haber realizado un estudio retrospectivo comparando la vigilancia activa con la atención estándar, y ahora está esperando tener luz verde para hacer un estudio prospectivo.

    Esserman está creando un registro de tumores intraductales in situ en las cinco Universidad de California. A las mujeres diagnosticadas con carcinoma ductal in situ en cualquiera de sus centros sanitarios asociados se le ofrecerán varias opciones, incluyendo una vigilancia activa y realizar un seguimiento en el tiempo. La esperanza: que los datos redefinan la comprensión de los médicos acerca de qué es un carcinoma ductal in situ, quiénes van a desarrollar un cáncer de mama invasivo y quiénes no.

    Esserman también ha puesto en marcha el estudio WISDOM, que selecciona aleatoriamente a las mujeres, hacía el cribado anual o hacia un enfoque de selección más personalizado. “Vamos a aprender con el tiempo qué funciona”, dice Esserman. “Qué maravilloso sería si pudiéramos aprender a hacer menos con las mujeres”

    En el Reino Unido, -donde las mastectomías profilácticas bilaterales rara vez se realizan, a menos que un paciente tenga un defecto genético o un muy alto riesgo de cáncer de mama invasivo-, se está realizando una investigación novedosa: un estudio controlado aleatorio prospectivo llamado LORIS, que durará 10 años, financiado por el National Institute for Health Research del Reino Unido, que incluirá unas 900 mujeres. La mitad recibirá la atención estándar y la otra mitad será monitorizada activamente.

    “Mi opinión personal es que ya hemos gastado suficiente tiempo discutiendo sobre el cribado; ahora se debe abordar la cuestión a través de ensayos clínicos bien diseñados” dice el Dr. Adele Francis, un cirujano de mama en el Hospital Universitario de Birmingham y el principal investigador del estudio LORIS. Algunos expertos dudan que este ensayo clínico pueda realizarse en los EE.UU., dada la aversión al riesgo que ha definida el campo históricamente.

    Hay otra pieza importante del rompecabezas: las mujeres diagnósticadas. “El cambio en la medicina viene de los pacientes”, dice Esserman. “A mis pacientes no les gustan las opciones que tenemos. Por eso digo, obtengamos datos. Encontremos opciones para que las pacientes puedan explorarlas con nosotros”.

    Para algunas mujeres, como Basila, eso ya pasó. Y al igual que algunas mujeres optan por un enfoque “no cuenten conmigo para tomar decisiones” para otras, lo opuesto es lo más apropiado. Al igual que con todas las decisiones difíciles que tenemos que hacer en relación con nuestra salud, todo se reduce al cálculo imposible de con qué nivel de incertidumbre puedo vivir.

    “Lo que estoy haciendo no es infalible”, dice Basila. “Yo sé eso. También sé que la vida es finita y que la muerte es inevitable. Para mí todo se reduce a la calidad de la vida con la que quiero vivir. No quiero estar cansada y de mal humor si puedo evitarlo. Y pase lo que pase, creo que realmente nos dañamos a nosotras mismas cuando tratamos solo no estar muertas”.


     


     
     

    IMPUESTOS + DEUDA

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    En “Sanar la Sanidad” (EL PAÍS, 17-5-12), Enrique Costas afirmaba que “Nunca nuestro sistema se ha financiado, según debiera, con impuestos, sino con impuestos más deuda. Dicho de otro modo, nunca fue viable”. Insiste en ello en una conferencia cuyo video inserto al final de la entrada.
     
    Pues bien, el Ministerio le da la razón. En un documentosobre la deuda sanitaria pagada en 2012 y 2013, figuran estas tablas en las que claramente tenemos que para el año 2012 se distingue lo pagado con “impuestos” y la “deuda” pagada. En el año 2012 se pagó una “deuda” de 14.352,950 millones de € y en 2013 se pagaron 11.819,447 millones de €; es decir, un total de 26.172,397 millones de €. ¿Hemos pagado toda la "deuda sanitaria" o todavía debemos?


     
     
     
    El documento tiene su interés, especialmente porque la deuda sanitaria se desglosa por CCAA y por mecanismo de pago [Fondo para la Financiación del Pago a Proveedores (FFPP) y Fondo de Liquidez Autonómico (FLA)]. 
     
     
     
    
     
     
     
    Pero quien mejor debería conocer la morosidad de la sanidad pública con el sector sanitario privado es quien la sufre y detalla en este documento. Por lo visto, el IDIS se quedó bastante corto en la estimación de la deuda pues entre deuda “visible” (11.600 millones) e “invisible” (4.100 millones) hablaba de casi los 16.000 millones de €. Pero al final han sido 10.000 millones más pues el propio Ministerio reconoce en el documento comentado que ha pagado más de 26.000 millones.

     
    ¿Hemos pagado toda la "deuda sanitaria" o todavía debemos?
    Por lo visto, y pese a los más de 26.000 millones ya pagados, todavía se debe una pasta. El Informe mensual de MAYO de 2015 sobre plazos de pago a proveedores y deuda comercial de las CCAA en su página 13 nos informa que todavía se deben 5.863 millones. De ellos, 5.020 millones son deuda generada entre enero y mayo de 2015 y 843 millones son deuda generada en años anteriores.
     
     
     
    En fin, que Enrique Costas tenía mucha razón: “La sanidad pública ha vivido siempre por encima de sus presupuestos”. No se pierdan el cuarto de hora de su intervención en este video:
     

    Aseguramiento sanitario público en España, situación actual y tareas pendientes

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    La asistencia sanitaria con cargo a fondos públicos (sanidad pública) cubre prácticamente a toda la población desde 1990 y se financia por impuestos desde hace más de tres lustros. Pese a ello, nunca ha cubierto a toda la población y la población cubierta nunca lo ha sido por igual ni bajo un mismo título jurídico, sino que existe una gran diversidad de normas, una auténtica «maraña legislativa», que recoge numerosos títulos jurídicos habilitantes.





    Esta situación se complica por la persistencia durante las últimas tres décadas de diversos modelos organizativos de la cobertura sanitaria pública, consecuencia de la diversidad de subsistemas de aseguramiento, formas de provisión y acceso a las prestaciones sanitarias financiadas públicamente según colectivos y riesgos. Esta situación no se ajusta a lo dispuesto por la Ley General de Sanidad de 1986, cuestiona la propia naturaleza del Sistema Nacional de Salud y provoca desde entonces problemas de equidad y eficiencia en la sanidad pública. En este trabajo, publicado en el número de octubre de la revista Actualización en Medicina de Familia, se describen los más relevantes de estos subsistemas, se señalan los problemas más importantes derivados de esta situación y se efectúan algunas propuestas de mejora.


    Acceso a los pdf:

    Texto básico:
    Aseguramiento sanitario público en España, situación actual y tareas pendientes

    Ampliación:
    Aseguramiento, «dualización» sanitaria y «descremado sociológico» de la AtenciónPrimaria en España


    Política sanitaria ruin y miserable hasta el último minuto de legislatura.

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    El Consejo de Ministros celebrado el viernes 23 de octubre, tan sólo tres días antes de que el presidente Rajoy firmara la disolución del parlamento y convocase elecciones generales, acordó la interposición de un recurso de inconstitucionalidad contra el Decreto-ley 3-2015, del Consell de la Generalitat Valenciana, por el que se regula el acceso universal a la atención sanitaria pública en la Comunidad Valenciana en vigor desde el 29 de julio pasado. La razón esgrimida por el Gobierno del PP para recurrir el Decreto valenciano fue la extralimitación competencial del Consell pues, según el Gobierno del PP, sólo al Gobierno de España le corresponde decidir sobre quién tiene o no derecho en España al acceso a la sanidad pública. Pero el Gobierno de España, todavía del PP, se equivoca...



     
    Desde la noche de los tiempos, algunas CCAA han regulado el aseguramiento sanitario público, ampliando el derecho, dentro de su jurisdicción para aquellas personas sin derecho en un intento de universalizar de forma efectiva la atención sanitaria, algunas mediante contraprestación económica (Cataluña, Navarra) y otras sin ella (Andalucía, Extremadura). La ampliación del derecho siempre se circunscribió al ámbito territorial de la CCAA y nunca fue exportable ni al resto del territorio nacional ni, mucho menos, a la Unión Europea. 
     
    Debido a esto, siempre se han dado paradojas como esta: se ha podido dar el caso particular de que se reconociera el derecho a la asistencia sanitaria pública del SNS en una determinada CCAA a una persona a la que el INSS no se lo reconocía o, más aún, no se lo reconocía otra CCAA. Afortunadamente, estas situaciones no son habituales pero constituyen el ridículo exponente de las contradicciones que encierra la «maraña legislativa» que intenta regular el derecho de acceso a la sanidad pública en España.
     
    Hace pocas semanas el ministro Alonso presentaba una propuesta a las CCAA para ver cómo se ponían de acuerdo para dar asistencia sanitaria a quienes su antecesora en el cargo excluyó en la primavera de 2012 mediante el RD-Ley 16/2012. Es decir, siguiendo la línea typical spanish de la chapuza, Alonso quería que todas las CCAA se pusieran de acuerdo para desobedecer una norma con rango de Ley (el RD-Ley 16/2012).
     
    Al Ministro Alonso de Sanidad del PP le preocupaba que los inmigrantes ilegales exportaran su derecho a la sanidad pública española a otros países miembros de la UE o a aquellos con los que mantenemos convenios de reciprocidad en la atención sanitaria pública, pues eso facilitaba la utilización perversa de la Tarjeta Sanitaria Europea (TSE).

     

    El Decreto valenciano cumple con los requisitos del Ministro Alonso del PP de impedir la exportación del derecho fuera del territorio nacional español.
    No sólo eso, como ha ocurrido siempre que una CCAA ha tomado la iniciativa a este respecto, tampoco exporta el derecho a ninguna otra Comunidad Autónoma. Se puede decir que el Decreto valenciano de extensión de la cobertura sanitaria pública a los inmigrantes sin papeles excluidos por el RD-Ley 16/2012 del PP, es de una redacción impecable, y se cuida muy mucho de no meterse donde no le toca. Por ejemplo, deja claro que “A las personas que se puedan acoger a las condiciones de acceso al sistema valenciano de salud establecidas por este decreto ley no se les atribuye la condición de persona asegurada o beneficiaria del sistema nacional de salud” (Art. 1.2).Lo cual significa que nunca podrán exportar su derecho fuera de la Comunidad Autónoma Valenciana ni, por supuesto, a la Unión Europea. Es decir, nunca podrán obtener del INSS el reconocimiento del derecho a la asistencia sanitaria del SNS en todo el ámbito nacional ni, consecuentemente, el derecho a disponer de la TSE. El Decreto valenciano insiste en la cuestión: “La atención sanitaria se prestará exclusivamente en el ámbito territorial de la Comunitat Valenciana, por tanto, no genera derecho a la cobertura de la asistencia sanitaria con cargo a la Generalitat fuera de la misma.” (Art. 2.2). La única cuestión que podría preocupar al Ministro Alonso de Sanidad del PP es el asunto de la tarjeta sanitaria. En la Comunidad Valenciana la Tarjeta Individual Sanitaria (la que te da derecho a ser atendido por la sanidad pública valenciana) se llama SIP (Sistema de Información Poblacional). El artículo 8 del Decreto valenciano deja claro que: “Para su identificación personal y acceso al sistema valenciano de salud, las personas comprendidas en el objeto de este decreto ley dispondrán de un documento de asistencia sanitaria SIP. Este documento solo será válido en la Comunitat Valenciana.”
     
     
    Política sanitaria ruin hasta el final
    Acabamos de conocer que el Tribunal Constitucional ha admitido a trámite el recurso lo que significa que se suspende la vigencia y la aplicación del Decreto valenciano(vigente desde el pasado 30 de julio). Miles de personas, se estima que unas 30.000, quedan jurídicamente desamparadas, nuevamente excluidas de la sanidad pública, por la interposición de este recurso del Gobierno del PP, la consecuencia de una política sanitaria ruin, mezquina, indigna y miserable desarrollada hasta el último minuto de legislatura.

     

    Gasto sanitario público en la Europa de la OCDE antes y durante la crisis: hagan lo que les diga pero no lo que yo hago

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    En este blog se habló de aquello de gastar en sanidad pública “por encima de nuestras posibilidades”  tanto en la comparación internacional (aquí,aquí y aquí) como en el ámbito doméstico (aquí). Toda esta información se puso a disposición de los lectores con datos que para entonces no alcanzaban los primeros años de crisis pues las fuentes consultadas (OCDE, EGSP) no los ofrecían ni habían transcurrido suficientes años. Ya han transcurrido algunos años más y la oficina estadística de la OCDE ofrece datos de gasto sanitario público per cápita y PIB per cápita hasta 2013 para muchos países europeos de modo que ya podemos hacer alguna comparación durante los primeros años de crisis. Los datos se ofrecen en dólares por paridad de poder de compra ($PPC), es decir en unidades monetarias que ajustan por el diferente poder adquisitivo de las monedas de los diferentes países. Se ofrecen los datos de todos los países europeos de la OCDE que son ya 24 tras la incorporación durante los últimos años de Estonia y Eslovenia.  Se muestra la evolución del gasto sanitario público per cápita y del PIB per cápita desde 2000 hasta 2013 en comparación con el promedio del grupo, en forma de porcentaje en relación con dicha media.

    Procedencia de los datos
    Los datos proceden de la oficina estadística de la OCDE. El lector interesado puede repasar los cálculos accediendo a este excel.
     
    España
    Pongamos como ejemplo el caso de España. La línea roja representa la media de los 24 países europeos de la OCDE. La línea verde representa el PIB per cápita respecto de dicha media y la línea azul el gasto sanitario público per cápita respecto de la media.
     
     
    El gráfico muestra que nuestra riqueza se mantuvo entre 2000 y 2009 alrededor del 90% del promedio del grupo. Con la llegada de la crisis nuestra riqueza se deteriora y se aparta a la baja de dicha media alrededor de 8 puntos, colocándose cerca del 82-83% de dicha media entre 2010 y 2013. Nuestro gasto sanitario público per cápita se encuentra a más distancia de la media que nuestra riqueza, especialmente durante los primeros años. Entre 2003 y 2009 nuestro gasto sanitario per cápita se aproxima mucho a la media del grupo, de modo que en 2009, 2010 y 2011 prácticamente equidistan ambas variables respecto de la media. Es decir, en 2009, 2010 y 2011 hemos gastado lo que nos correspondía por renta al reducirse más nuestra riqueza que nuestro gasto público sanitario. En 2012 ya se reduce más nuestro gasto público sanitario que nuestra riqueza. Algo que se repite en 2013: una mayor reducción del gasto sanitario público per cápita que de nuestro PIB per cápita.
     
     

    Los PIIGS e Islandia
     
     
     

    Los que decían y siguen diciendo lo que hay que hacer
     

    La emergente Europa del Este
     
     
     

    Los ricachones
     
    

     

    El resto
     
     
     
    

     

    Comentarios
    Los PIIGS e Islandia
    En una anterior entrada ya vimos que ninguno de los PIIGS ha tenido nunca un gasto sanitario público per cápita superior a su PIB per cápita en relación con el promedio europeo. Pese a lo que dice el Presidente de Islandia, este país ha reducido mucho más que el promedio europeo su gasto sanitario público durante los primeros años de crisis, por lo tanto ha aplicado también recortes y austeridad (la gráfica es elocuente al respecto). De todos modos, sigue teniendo en plena crisis un gasto público sanitario per cápita superior a su PIB per cápita respecto del promedio europeo. A destacar el caso italiano con un gasto sanitario que se ajusta perfectamente a su renta en relación con la media europea antes y también durante la crisis.
     
    Los que decían lo que hay que hacer
    Si tenemos en cuenta los datos de una anterior entrada y los que ahora se presentan, podemos afirmar sin temor a error alguno que Francia y Alemania llevan más de tres décadas gastando en sanidad pública muy por encima de su renta. Lo hicieron desde muchos anños antes de la crisis y lo siguen haciendo durante la misma. Es decir, "hagan lo yo que yo les diga pero no lo que yo hago".
     
    La emergente Europa del Este
    A algunos de estos países parece que no les ha venido del todo mal la crisis que otros han tenido. Esto ha sido así en el caso de Polonia, Hungría, República Checa y República Eslovaca. Estos países no han visto empeorar su renta respecto del promedio. Todo lo contrario, Polonia, Hungría y República Eslovaca han mejorado su renta respecto de la media europea, especialmente durante los primeros años de crisis. Tan es así, que algunos de ellos, como Chequia, han superado durante la crisis a Grecia y Portugal en PIB per cápita.
     
    Los ricachones
    Los tres muestran un gasto sanitario público per cápita muy superior al promedio europeo, ajustado a su renta en el caso de Suiza, superior a su renta en el caso de Noruega y por debajo de su renta en el caso de Luxemburgo. 
     
    El resto
    Excepto Finlandia y Reino Unido, todos muestran un PIB per cápita superior al promedio europeo con un gasto sanitario público per cápita por encima de su renta. La mayoría de ellos muestran un PIB per cápita superior al promedio. Excepto Reino Unido, ninguno de ellos ha visto reducirse su renta respecto del promedio europeo durante los primeros años de crisis. Pese a ello, Reino Unido muestra desde 2004 un gasto sanitario público per cápita por encima de su renta respecto del promedio del grupo.

     

     


    

    Riqueza, envejecimiento y gasto sanitario: ¿igual antes que durante la crisis?

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    Desde que se conocen datos de gasto sanitario público  por CCAA, sabemos que  las regiones más ricas gastan más per cápita en atención especializada pero no en atención primaria. Sin embargo, las más envejecidas gastan más por persona en atención primaria pero no en atención especializada. El gasto por persona en farmacia de receta es menor en las más ricas y mayor en las más envejacidas. En el global del gasto, las más ricas no muestran un mayor gasto sanitario público por persona pero éste sí es mayor en las más envejecidas. La correlación entre riqueza y envejecimiento ha sido prácticamente nula. De todo ello se ha hablado en este blog (aquí). ¿Ha cambiado esto durante la crisis?








    Procedencia de los datos
    Los de gasto proceden de la Estadística del Gasto Sanitario Público que ofrece tados hasta 2013. Los datos de población protegida proceden de un documento que colgaba en le web del Ministerio de Sanidad (este documento) pero que ya no está disponible. Dicho documento muestra la población protegida por el SNS desagregada por CCAA desde 1999 hasta 2012. Lamentablemente, la serie de población protegida que publicaba el Ministerio ya ha desaparecido de su web (¿efecto de la Ley de Transparencia?). A partir de esta información se calcula el gasto en atención primaria (APS) por persona protegida y el gasto en atención especializada (AES) por persona protegida en cada una de las CCAA y en el conjunto de las 17 CCAA (SNS). La población protegida en 2013 se considera la misma que en 2012 pues el Ministerio no ofrece datos desagregados por CCAA de población protegida desde 2013 en adelante. Del INE proceden los datos demográficos (aquí) y económicos (aquí y aquí) necesarios para el cálculo del PIB per cápita de las CCAA y de su envejecimiento poblacional (proporción de población con 65  o más años). Se ofrecen datos desde 1999 hasta 2013, separados en dos periodos que se comparan: los años inmediatamente previos a la crisis (1999-2007) con los primeros años de crisis (2008-2013).




    Comparación de ambos periodos

    CORRELACION GASTO Y PIB PER CÁPITA


                                     Periodo 1999-2007                     Periodo 2008 - 2013










    CORRELACION GASTO Y ENVEJECIMIENTO


                                  Periodo 1999-2007                        Periodo 2008 - 2013









    CORRELACION PIB PC Y ENVEJECIMIENTO


                                  Periodo 1999-2007                        Periodo 2008 - 2013








     
    Conclusión
    Las relaciones de los gastos per cápita con la riqueza (PIB per cápita) y con el envejecimiento poblacional (porcentaje de población con 65 o más años) no han cambiado durante los primeros años de crisis. Pese a los recortes, "mareas" y todo lo sucedido, las cosas no han cambiado. Las CCAA más ricas siguen gastando más por persona protegida en atención especializada pero no en atención primaria y menos en farmacia de receta. Las CCAA más envejecidas gastan más per cápita en farmacia de receta y en atención primaria pero no en atención especializada. El gasto sanitario público per cápita no es mayor en las más ricas pero sí en las más envejecidas. La relación entre riqueza y envejecimiento continua siendo prácticamente nula. Hay cosas que no cambian llueva lo que llueva.

    Gasto por persona protegida en primaria y especializada por CCAA antes y durante la crisis

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    FUNCAS acaba de publicar un trabajo titulado "La reducción del gasto sanitario en España durante la crisis”, comentado por Sergio Minué en su blog. En el trabajo se detecta, entre otros hallazgos, una reducción más intensa en el gasto de atención primaria que en el de especializada (pág. 44), una reducción más intensa en el gasto de personal de atención primaria que en el de especializada (págs. 40 y 45), y que más de tres cuartas partes del ajuste del gasto sanitario público hecho durante la crisis se corresponde con el gasto de personal y el de farmacia de receta (pág. 45). Esto ya se comentó con anterioridad en este blog (aquí, aquíy aquí). Esta entrada muestra las diferencias en el gasto por persona protegida entre primaria y especializada según CCAA antes y durante los primeros años de crisis (periodo 1999-2013).








    Procedencia de los datos
    Los de gasto proceden de la Estadística del Gasto Sanitario Público que ofrece datos hasta 2013. Los datos de población protegida proceden de un documento que colgaba en le web del Ministerio de Sanidad (este documento) pero que ya no está disponible. Dicho documento muestra la población protegida por el SNS desagregada por CCAA desde 1999 hasta 2012. Lamentablemente, la serie de población protegida que publicaba el Ministerio ya ha desaparecido de su web (¿efecto de la Ley de Transparencia?).  A partir de esta información se calcula el gasto en atención primaria (APS) por persona protegida y el gasto en atención especializada (AES) por persona protegida en cada una de las CCAA y en el conjunto de las 17 CCAA (SNS). La población protegida en 2013 se considera la misma que en 2012 pues el Ministerio no ofrece datos desagregados por CCAA de población protegida desde 2013 en adelante.





    Gasto por persona protegida en APS y en AES por CCAA en comparación con el conjunto de las 17 CCAA (SNS)
    Los datos de gasto por persona protegida de cada CCAA se ofrecen como porcentaje respecto del conjunto de las 17 CCAA (100).





    Comentarios
    Ya hemos visto en una entrada anterior que el gasto por persona protegida en atención primaria se correlaciona positivamente con el envejecimiento poblacional de las CCAA. Es decir, las más envejecidas (las que tienen una mayor proporción de población de 65 o más años) suelen tener un mayor gasto per cápita en atención primaria. Algo que no ocurre con el gasto per cápita en atención especializada que, sin embargo, tiende a ser mayor en las CCAA más ricas. Sin embargo, las CCAA más ricas no gastan más por persona en atención primaria. Esto ocurría antes de la crisis y también durante la misma.

    Bien está que una determinada Comunidad Autónoma decida, por el motivo que sea, gastar mucho más que las demás en atención especializada. Pero ese mismo motivo, justificado epidemiológicamente o no, también debería servir para que su gasto por persona en atención primaria fuera también mayor. No en vano, tanto la especializada como la primaria se ocupan de la misma población en cada Comunidad Autónoma. Por ello, no se entiende lo que ocurre cuando ambos gastos son tan disparmente diferentes respecto del conjunto de las 17 CCAA. Tal es el caso de Asturias, Canarias, Galicia y Madrid. Estas Comunidades muestran un gasto en atención primaria muy por debajo de la media con un gasto en atención especializada superior a la media. Respecto del conjunto del SNS, privilegian presupuestariamente su atención primaria de forma clara comunidades como Andalucía, Castilla - León, Castilla-La Mancha, Cataluña y Extremadura. El resto tratan presupuestariamente a ambos niveles de forma más o menos similar respecto de la media.

    En una próxima entrada veremos la mejor forma de visualizar la mayor o menor "potenciación" de la atención primaria exhibida por los diferentes Servicios Regionales de Salud desde 1995 que se conocen datos desagregados por CCAA hasta la actualidad.








     

    De nuevo morirá más gente de frío este invierno que de ébola

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    Hace poco más de un año, cuando Teresa Romero y el personal sanitario que le atendía se las veían con el ébola en la UCI del Carlos III, publiqué un artículo en Diario de Navarra titulado Ébola, protocolos y sentido común clínico. El texto prácticamente lo remataba con esta frase “Y tengan por seguro que este invierno morirá más gente en España de frío que de ébola, que no morirá, esperemos, nadie”. Afortunadamente, Teresa se salvó. Pero la conocida contribución del frío al aumento de la mortalidad durante el invierno puede verse potenciada por lo que conocemos por “pobreza energética”.



    Al finalizar el invierno pasado la prensa general exhibía titulares como este "La pobreza energética causa 7000 muertes en invierno en España". Ha llegado de nuevo el frío. Tras un prolongado veranillo de San Martín, se aproxima otro invierno. En los hogares donde la crisis ha golpeado más duramente puede que no puedan gastar en calefacción. 



    Precio del recibo de la luz
    El precio de la luz que pagan los hogares ha subido mucho más en España que en el conjunto de la UE durante los primeros años de crisis económica. Así lo ilustraba EL PAíS, el 17-12-2013.

    





    El crecimiento ha sido tal que España es el cuarto país europeo con el precio más caro de la electricidad, según publicaba EL MUNDO, el pasado 20 de octubre. Hoy mismo hemos conocido que el precio de la luz ha subido un 5% en 2015. No tengo ninguna duda de que esto se ha debido, fundamentalmente, al ahinco en la defensa el bien común que muchos padres de la patria han tenido a bien llevar a cabo durante los últimos años a través de puertas giratorias mil. Por ejemplo, en el sector eléctrico:

    Fuente: El sector eléctrico español da trabajo a 24 excargos públicos;
    El Conficencial, 21 de diciembre de 2013




    ¿Cuál es el impacto de la llamada "pobrezaenergética" sobre la salud?
    Javier Segura nos explica con todo detalle en la última entrada de su blog el Impacto de la pobreza energética en la salud




    PD.- Post dedicado a padres de la patria que han trabajado con tanto ahinco por el bien común desde el consejo de administración de las eléctricas. Va por ellos.


     







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